La marcha «anti-Papa» acaba en batalla campal en la Puerta del Sol

La marcha contra el apoyo institucional a la visita del Papa derivó anoche en un violento intento de los manifestantes de tomar por la fuerza la Puerta del Sol. Siete personas fueron detenidas y once resultaron heridas con carácter leve, dos de ellas policías, tras el lanzamiento de botellas y otros objetos con el que los participantes en la marcha —que sus promotores anunciaban «pacífica»— trataban de conquistar el espacio público de referencia para los «indignados» del 15-M, lo que obligó a los agentes a cargar en varias ocasiones. Una mujer y un policía tuvieron que ser trasladados a centros hospitalarios.

El dispositivo policial, que empezó con un centenar de efectivos, se duplicó a medida que los altercados se agravaban y anoche mantenía bloqueados los accesos a la plaza para impedir su invasión por los manifestantes, que permanecían al acecho a solo unas horas de que Benedicto XVI aterrice este mediodía en el aeropuerto de Barajas.

La aparente normalidad con que se abrió la marcha en la plaza de Tirso de Molina se rompió al llegar a Sol, por donde la Delegación del Gobierno autorizó la semana pasada que pasara la marcha a pesar de que, como así ha sido, se preveía que numerosos peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud se encontrasen en esos momentos en la zona.

La plaza quedó dividida en dos grandes multitudes que se intercambiaban mensajes a gritos, separados por una treintena de agentes. La tensión y el acoso a los participantes en la JMJ siguió en aumento hasta los altercados en Sol. Una monja se tuvo que refugiar asustada en un restaurante de comida rápida ante los insultos de los manifestantes contra la visita de Benedicto XVI. Allí se encontró con otros jóvenes asistentes a la Jornada que también se habían tenido que cobijar en el local ante la persecución.

Aunque el recorrido pactado concluía en Tirso de Molina, un numeroso grupo de manifestantes trató de hacerse fuerte en Sol a partir de las diez de la noche, incumpliendo el itinerario y el horario pactados. Fuentes policiales indicaron que en este grupo había miembros radicales del movimiento 15-M y también de las organizaciones convocantes, Europa Laica, Ateos y Librepensadores de Madrid y Redes Cristianas. En total, según las cifras de sus promotores, participaron 5.000 personas.

Unas horas antes de la manifestación «anti-Papa», se dio a conocer que el detenido por planear un atentado contra los participantes en la marcha laica era voluntario de la JMJ, lo que calentó aún más los ánimos entre los manifestantes. El arrestado, J.A.P.B., es un mexicano de 24 años que trabaja desde octubre en el Instituto de Química Orgánica General del CSIC y que había anunciado en un foro de internet las sustancias que supuestamente tenía para atentar con «una mezcla asfixiante».