Aviones para ricos: más grandes y más caros

El primer cliente que aparcará en su hangar el nuevo Boeing 747-8 que empezará a surcar los cielos a finales de este año no será ninguna de las grandes aerolíneas mundiales, ni siquiera una de las asiáticas que son ahora mismo las principales compradoras de aeronaves. Se tratará de un jeque árabe que ha comprado el «jumbo» al precio de 319 millones de dólares (223 millones de euros) y que lo utilizará para su uso y disfrute personal.

Elisabeth Lund, vicepresidenta del programa de desarrollo de 747-8, asegura que en los últimos tiempos parece aumentar la demanda de estos aviones para «ultramillonarios»: «tenemos en lista de espera unas 20 peticiones que corresponden a ocho clientes VIP». Desde la compañía se mantiene rigurosa confidencialidad sobre la identidad de estos clientes.

Los VIP compran el «jumbo» vacío y posteriormente decoran su interior a su gusto. Las opciones son variadas: desde multitud de salones y habitaciones con todo tipo de comodidades hasta excentricidades mayores. Cuando se tienen clientes con ese poder adquisitivo, lógicamente Boeing trabaja al gusto del consumidor , que además de volar en uno de los aviones más grandes del mundo (el 747-8 será el segundo avión comercial de mayor tamaño del planeta, con menor envergadura que el A380 pero más largo) desean un espacio interior donde sentirse como en casa volando a una velocidad de crucero de casi 1.000 kilómetros por hora.