«La fiesta les da vida a los abuelos; el ruido no les molesta»

«El ruido de la las fiestas del Orgullo Gay no molesta a los residentes ni al personal». Así lo dice Consuelo Ágreda, la directora de la residencia de ancianos Gravina, origen, en parte, de la discordia. Está a 140 metros de la plaza de Chueca, por lo que, por su cercanía, el Ayuntamiento ha vedado este año la emisión en ese enclave de música amplificada. ¿El motivo? La consabida ordenanza municipal contra el ruido.

Ante el revuelo y la polémica suscitada, la directora ha firmado una carta de apoyo a las fiestas del Orgullo Gay en la que asegura «que el ruido de las celebraciones que tienen lugar en la plaza de Chueca no molestan al personal ni a los residentes». «Si lo hubieran hecho ya, habríamos tomado medidas y avisado al Consistorio», precisa. «Los abuelos tampoco se han quejado nunca. Salen, ven el ambiente, y les gusta ver a la gente joven divertirse», indica.

Otros empleados del geriátrico abundan en la misma opinión. «A los abuelos la fiesta les da la vida, se entretienen». «En los seis años que llevo en mi puesto de trabajo estas celebraciones no han molestado nunca», subraya. El inmueble, antiguo, tiene gruesas paredes y dispone de dobles ventanas, porque está aislado de los ruidos externos.

Por ello, considera «ridículo» que ahora se genere esta polémica. «Aquí no se oye nada. Si quieren quitar el escenario de la plaza de Chueca, que lo hagan, pero que no nos usen como excusa. Nadie se opone, son fiestas». «Estamos en medio de un asunto en el que nos hemos visto envueltos a nuestro pesar. Entendemos a todas las partes y a todas respetamos, pero, por favor, que nadie nos utilice», explicó la directora del geriátrico, hastiada, a Ep.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz- Gallardón, se refirió a este tema el pasado miércoles en el Foro ABC. Entonces, ofreció a los organizadores del Orgullo Gay otras tres plazas madrileñas del centro para poder celebrar las actividades musicales que no podrán tener lugar en Chueca por encontrarse a menos de 150 metros de un centro sociosanitario.

El regidor garantizó que el Ayuntamiento «cumplirá la ley» y advirtió a las partes implicadas en este conflicto que «todos tendrán que renunciar de una u otra manera a sus pretensiones». «Cuando se entra en conflicto con los vecinos, iniciando incluso actuaciones judiciales, y se nos solicita que apliquemos la Ley del Ruido aprobada por nosotros mismos, tenemos que cumplir la ley».

Así, consideró que existen «criterios de flexibilidad» para poder «mantener los intereses de todos». Y, para ello ofreció «espacios tan significativos y representativos» como las plazas de Callao, España o de María Soledad Torres Acosta (conocida popularmente como plaza de la Luna).