suplemento empresa
Sin visos de salida
Pocos se atreven a hacer pronósticos sobre la salida de la crisis. De lo que no dudan es de que será larga y dolorosa

¿Cuándo acabará la crisis económica en España? ¿Por qué no lo ha hecho ya? ¿Qué está fallando? Muchas son las incógnitas, las preguntas sin respuesta sobre una crisis que ha cobrado dimensiones desconocidas, que ha empobrecido como nunca a España y dejado en el desempleo a casi cinco millones de personas, un registro jamás conocido.
Realizar predicciones no es siempre fácil... tampoco para el presidente del Gobierno, que confió la recuperación económica al segundo semestre de 2009 y dos años después seguimos esperando... y peor. ¿Hasta cuándo? Varias son las hipótesis, pero todo apunta que la crisis será larga, muy larga, según todos los expertos consultados por Empresa . Algunos, incluso, como Rafael Pampillón, profesor del IE Business, habla ya de «década perdida». «La estructura de la economía española es de fuerte estancamiento, no hay posibilidad de devaluar la moneda y salir del euro es una deriva impensable», dice Pampillón, para el que las soluciones de urgencia pasan, entre otras, por «una devaluación en frío», por un balón de oxígeno a las empresas en forma de menos impuestos al empleo (cotizaciones sociales), nuevas subidas del IVA y del Impuesto sobre Hidrocarburos, además de reformas estructurales en profundidad, en especial la laboral.
Para Mario Weitz, director general de Consulta Abierta y consultor del Banco Mundial, «la duración de la crisis puede ser larga». Una predicción que achaca a la unión de varios problemas: la burbuja inmobiliaria, la falta de financiación, el déficit y el endeudamiento externo de los españoles, los problemas de Grecia, Irlanda y Portugal y la falta de confianza de los mercados en la economía española. ¿Sus soluciones? «Dependiendo de la reacción del Gobierno puede durar mucho, pero es importante transmitir confianza a los mercados. ¿Cómo? Menos gasto y más reformas estructurales, básicamente. «Es muy importante que se cumpla el objetivo de déficit. Debemos llegar al 3% del PIB en diciembre de 2012 y para ello hay que gastar menos y recaudar más, muy difícil cuando la economía no crece».
Los expertos alertan: Europa sigue recelando de la situación española
Santiago Carbó, catedrático de Análisis Económico y consultor del Banco de la Reserva Federal de Chicago también cree que la crisis va para largo. «Nuestra recuperación es lenta y débil e insuficiente para crear empleo de modo sostenido», dice. «Es cierto que buena parte de los países europeos y también Estados Unidos no están teniendo una recuperación sostenida y fuerte, pero España tiene problemas adicionales. El problema es que aún no estamos generando empleo y no parece estar dándose las circunstancias para que se genere trabajo al ritmo que sería deseable». Pero recuerda que la economía además tiene una inflación demasiado elevada para ese crecimiento y que seguimos teniendo déficit exterior, menor que el de hace unos años, pero para el que se requiere financiación del exterior.
Carbó explica que «para consolidar el crecimiento lo primero es señalizar que las bases del cambio están puestas y en marcha y para ello es preciso consolidar las reformas con más determinación. Estábamos siguiendo una buena línea y ahora es bueno recuperar el tono para que las reformas se completen». Y avisa: «En el exterior, un mes más, continúan teniendo incertidumbre sobre la determinación para controlar el gasto en las administraciones regionales y locales, sobre la verdadera situación y salud del sector bancario y sobre el pragmatismo y decisión con que se está reformando el mercado laboral. Esas son cosas que están en nuestra mano».
Subida de tipos, la puntilla
El esquema de la economía española es ahora de estancamiento económico, destrucción de empleo y fuerte paro. Y si lo lógico sería que el más que leve crecimiento estuviera acompañado de una desaceleración de los precios y de una bajada de los tipos de interés que ayudara a relanzar la economía, pues no. Se han conjurado los astros para crear el peor entorno posible. Con la economía aún en plena pista de despegue —en el primer trimestre del año creció un raquítico 0,3%—, y la crisis fiscal de la periferia europea a flor de piel, el BCE, por primera vez en tres años, cumplió el guión el pasado abril y aumentó en un cuarto de punto el precio del dinero, hasta el 1,25%. Una subida que en nada ha ayudado a la maltrecha economía española: hipotecas más caras para las familias y más pagos por intereses para las empresas, la banca y los Estados. Malas noticias tanto para la economía española, muy endeudada, como para su sistema financiero, en plena reforma. Y malo, en general, para los países con más problemas de Europa, como Grecia o Portugal. Ahí no parece acabar la cosa. Esta misma semana, Jean Claude Trichet ignoraba la debilidad de España y de algunos de nuestros vecinos, y avanza nueva subida de tipos justificada en los riesgos inflacionistas.
Con este panorama, ¿cuándo vendrá el despegue? El coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro, explica a Empresa que «la salida de la crisis está siendo en España larga y complicada por culpa de los graves desequilibrios que tenía la economía cuando llegó la crisis, y por la desastrosa gestión del Gobierno, que ha desembocado en otra crisis menos visible, aunque determinante, una crisis de confianza que paraliza las decisiones de los ciudadanos. Me refiero a las consecuencias del desequilibrio del endeudamiento exterior de España, al que se superpone la crisis política derivada de la pérdida de credibilidad del Gobierno».
¿Sus remedios? Eliminar el déficit público «para facilitar la financiación de las empresas, crear empleo y reducir la prima de riesgo de la deuda», un proceso que, dice, debe estar sustentado en «una Ley de Estabilidad Presupuestaria más exigente, que implique a todas las administraciones públicas y aumente la responsabilidad de los gestores públicos». Insta a completar la reforma del sector bancario para que fluya el crédito y defiende cambios en el mercado laboral con el objetivo de que la evolución de los salarios se acerque a la realidad de las empresas, promover una contratación más estable y segura, así como una lucha más eficaz contra el absentismo. Defiende reforma urgente del sistema de pensiones que, entre otras cosas, obstaculice las jubilaciones anticipadas.
Restan años para que España crezca por encima del 2% y cree empleo
Jesús Caldera, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Ideas, afirma que los últimos datos de la Contabilidad Nacional «confirmaron que la economía se encuentra en una senda de suave recuperación y sostenida en el tiempo, ya que desde el primer trimestre de 2010 ha mantenido tasas de crecimiento intertrimestrales positivas». Añade que «esta recuperación gradual de la actividad se está produciendo a pesar de estar inmersos en el tercer programa de consolidación fiscal más ambicioso de Europa, y de las tensiones existentes en los mercados de deuda soberana europeos».
«Hemos sufrido —señala— la peor crisis de la historia económica moderna, al igual que la están atravesando todas las economías avanzadas, y hemos necesitado afrontar reformas que nos van a permitir entrar en la nueva senda de recuperación y crecimiento». Recuerda que según el Gobierno la economía podría acabar el año con un crecimiento medio del 1,3% y que «para lograrlo es necesario continuar con las reformas, entre ellas la negociación colectiva, para restablecer la confianza, reactivar la demanda interna y el mercado laboral».
Zapatero siempre ha hecho gala de su «optimismo antropológico» y esa cualidad la ha traspasado a su equipo económico. La previsión oficial para la economía en 2011 y 2012 es muy superior a la ofrecida por los diversos expertos que se han pronunciado en las últimas semanas, entre ellas el panel de expertos de Funcas, que incluye las previsiones de sus analistas, más los últimos resultados presentados por hasta 13 servicios de estudios privados y varias instituciones oficiales. Todos piensan que la economía crecerá menos en 2011 y 2012 de lo que piensa el equipo de Salgado. De hecho, se alejan mucho de su pronóstico. El consenso de los analistas piensa que España crecerá un 0,8% este año y un 1,5% en 2012. Mientras, el Gobierno defiende que el incremento del PIB será del 1,3% en 2011 y 2,3% en 2012, más de medio punto que lo previsto por los expertos. Esta última cifra es significativa porque ninguno de los consultados prevé una mejora el año que viene que alcance el 2%. «Optimismo antropológico», el de ZP.
Cristobal Montoro

Montoro asegura que España saldrá de la crisis cuando «el PP tome las riendas», «cuando los ciudadanos españoles certifiquen en las próximas elecciones generales el cambio ya iniciado en las autonómicas y municipales del 22 de mayo». Afirma que la salida de la crisis está siendo en España «larga y complicada por culpa de los graves desquilibrios macroeconómicos en que se encontraba la economía cuando llegó la crisis y por la desastrosa gestión del Gobierno». Reclama reformas de peso.
Las claves
1. Completar la reforma del sector bancario. Objetivo: que fluya el crédito.
2. Reforma de la negociación colectiva. Salarios ajustados a la realidad de las empresas y contratación más estable.
3. Reforma urgente de las pensiones. Freno a las jubilaciones anticipadas.
4. Eliminación del déficit público. Ley de Estabilidad presupuestaria más exigente.
Jesús Caldera

«Los últimos datos de Contabilidad Nacional confirmaron que la economía española se encuentra en una senda de suave recuperación y sostenida en el tiempo, ya que desde el primer trimestre de 2010 ha mantenido tasas de crecimiento intertrimestrales positivas», explica Caldera. Dice que «esta recuperación gradual de la actividad se está produciendo a pesar de estar inmersos en el tercer programa de consolidación fiscal más ambicioso de Europa, y de las tensiones existentes en los mercados de deuda soberana europeos».
Las claves
1. Destaca que España ha sufrido la peor crisis de la historia económica moderna.
2. «Hemos necesitado afrontar reformas que ya están dando sus frutos», dice.
3. Continuar la senda reformista, poner en marcha la reforma de los convenios.
4. Objetivo: restablecer la confianza, reactivar la demanda interna y el mercado laboral.
Rafael Pampillón

Advierte de que España «puede tener una década perdida» y que dada la imposibilidad de devaluar la moneda y de salir del euro, habría que apostar por una «devaluación en frío». Una combinación de rebaja de costes salariales con un aumento del IVA y el Impuesto de Hidrocarburos. Catedrático de Economía Aplicada, Pampillón cree imprescindible caminar hacia una mayor flexibilidad del mercado de trabajo y facilitar la contratación con la puesta en marcha de un contrato único con un salario mínimo más bajo que el actual y un coste por despido de 20 días por año.
Las recetas
1.Rebajar las cotizaciones sociales, aumentar el IVA y el impuesto sobre Hidrocarburos. El objetivo es aligerar de cargas a las empresas.
2. Contrato único con salario mínimo más bajo que el actual y despido de 20 días por año trabajado.
3. Más flexibilidad laboral. La reforma de la negociación colectiva es clave.
4. Cumplir objetivos de déficit y controlar el gasto de comunidades y ayuntamientos.
Francisco Aranda

Destaca que «es difícil augurar cuánto vamos a necesitar para volver a tasas de creación de empleo anteriores al otoño de 2007» tras recordar que «necesitamos que la economía crezca alrededor del 1,3% para crear empleo neto, mientras que para comenzar a reducir el paro es preciso que el crecimiento supere el 2%». Añade: «Tenemos un problema de competitividad del sistema productivo y una gestión pública deficiente». Aranda recuerda que España se anotó un crecimiento del 0,3% en el primer trimeste frente, por ejemplo, al 1,5% de Alemania.
Las recetas
1. Modernizar las relaciones laborales para mejorar la competitividad de las empresas.
2. Reducir el «sudoku» de más de cuarenta tipos de contratos laborales.
3. Mejorar la flexibilidad interna para favorecer la estabilidad del empleo.
4. Controlar el absentismo injustificado a través de las mutuas de accidentes.
5. Limitar la prórroga automática de los convenios colectivos.
Santiago Carbó

«España tiene aún un recorrido para salir de la crisis económica, ya que nuestra recuperación es lenta y débil e insuficiente para crear empleo de modo sostenido», advierte este catedrático, también consultor del Banco de la Reserva Federal de Chicago. Asegura que «para consolidar el crecimiento económico lo primero es señalizar que las bases del cambio están puestas y están en marcha y para ello es preciso consolidar las reformas con mayor agilidad y mayor determinación». Y añade: «No se puede vacilar para reformar las instituciones laborales».
Las recetas
1. La necesidad de realizar reformas y de un compromiso general contra el paro es urgente.
2. Reforma laboral, en especial el mecanismo de fijación de salarios, y mejores formas de contratación.
3. Aumentar la transparencia y las garantías en la reestructuración del sector bancario.
4. Para consolidar el crecimiento lo primero es señalizar que las bases del cambio están puestas y en marcha.
Mario Weitz

Asegura que la duración de la crisis «puede ser larga, ya que se han juntado muchos problemas: la burbuja inmobiliaria, la falta de financiación, el déficit fiscal, el endeudamiento externo de los españoles, los problemas de Grecia, Irlanda y Portugal y la falta de confianza en los mercados en la economía española». El director general de Consulta Abierta puntualiza que «depende de la reacción del Gobierno puede durar mucho, pero es muy importante transmitir confianza a los mercados, sin este ingrediente no se podrá salir». Para Weitz, «el crecimiento no permitiría crear empleo hasta 2016».
Las recetas
1. Ir hacia un crecimiento basado en tecnología, educación y empresarios innovadores. Así aumentaría la productividad.
2. Reemplazar el consumo como base de crecimiento en la exportación.
3. Asegurar la confianza de los inversores y cumplir con el objetivo de déficit y controlar las finanzas autonómicas y de ayuntamientos.
4. Reformas de cajas, pensiones y del mercado laboral. Sin flexibilidad y salarios ligados a la productividad, el paro no bajará.
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