La reina de la pista

Sin referentes en el circuito porque ellas mismas se empeñan en alimentar el debate, eliminadas ya en la primera semana Caroline Wozniacki, Kim Clijsters y Vera Zvonareva (uno, dos y tres del mundo), el tenis femenino encuentra en las excentricidades un gancho para captar la atención del público, que acude a cuentagotas a las pistas en las que actúan las chicas. Ausentes las hermanas Williams por una plaga de lesiones extrañísima y misteriosa , nunca hay favoritas porque cada día hay un nombre nuevo que aprender, una cara desconocida que memorizar. El tenis femenino aporta cientos de tenistas que prometen mucho en la adolescencia y se quedan a mitad de camino, intrascendente el saque porque las roturas se repiten sin que sea noticia la asombrosa estadística. A falta de una musa como las de antes, las miradas las acapara Andrea Petkovic , la reina de la pista por cómo se comporta fuera de ella.

Es alemana (de origen serbio por su padre y nacida en Tuzla, Bosnia, el 9 de septiembre de 1987), doce del mundo y hoy aspira a repetir su mejor participación en un grande , pues si supera a Kirilenko se planta en cuartos de final de Roland Garros. Pero Petkovic trasciende a lo que ocurre en el tenis, reclamo mediático porque cuando nadie la conocía empezó a bailar en la pista después de cada victoria importante por una apuesta con su entrenador y puso de moda el Petko Dance , porque actualizaba un blog para saciar su alma de periodista frustrada y que bautizó como Petkorazzi antes de que arrasara, porque exprimió las redes sociales y ahora tiene seguidores por doquier. Así es Andrea Petkovic, sonrisa permanente, la chica de moda de la WTA y objeto de deseo de las cámaras, una luchadora que se rompió los ligamentos de la rodilla y desafió a su padre al asegurarle que llegaría a ser una de las mejores. Dicho y hecho.

Presentamos a una deportista diferente que estudió con gusto y se distrae con la lectura más pesada, de las que todavía confía en la prensa y que se detiene en las páginas de política para estar informada de lo que ocurre en el mundo . Tan pronto habla en inglés como en serbio, alemán o francés, aunque ahora se ha empeñado en empaparse del refranero español. Con la valenciana Anabel Medina como maestra de ceremonía, impagables los vídeos que arrasan en la red, la germana se expresa a la perfección en su apartado «frases célebres con Andrea Petkovic» , un serial que ya cuenta con once lecciones y que va de ordenador en ordenador. Empezó con el «tiran más dos tetas que dos carretas», se atrevió con el «perro de San Roque» y canta alegremente el «que viva España» después de múltiples tomas falsas que también se cuelgan en su Twitter.