Blogs en el filo: «Mi vida con un tumor»
Contar en internet la difícil batalla contra una grave enfermedad se ha convertido en una terapia que motiva a pacientes y lectores, al tiempo que en un género que arrasa en la blogosfera
A Isabel Franco, periodista en la localidad murciana de Alcantarilla, le detectaron un bulto a los seis meses de dar a luz a su hija. Al principio, los médicos lo atribuyeron a una consecuencia de la lactancia y, cuando descubrieron que era cáncer, el mal se había extendido, con lo que hubo que entrar con «toda la artillería», tal como advertían los oncólogos. Decidió llevar su batalla contra la enfermedad y contra su propia angustia al blog «Yo también tengo cáncer», alojado en la versión digital del principal diario murciano, la verdad.es, y con el que logró miles de seguidores.
No forma parte de los tratamientos, pero plasmar en un blog la difícil experiencia de padecer una enfermedad como el cáncer se ha convertido en una auténtica terapia para los pacientes, además de prácticamente un género en sí mismo en internet que cosecha miles de seguidores.
Uno de los casos más sonados ha sido el de Derek K. Miller, un canadiense cuyas vivencias en la lucha contra la enfermedad contaron con una legión de lectores hasta el día en que publicó «Mi último post», la entrada póstuma que dejó escrita para publicar el día en que se despidió de este mundo y que han leído más de tres millones de personas.
«Expresan las emociones»
Pero la mayoría de estos blogs no tienen ese trágico desenlace. Por el contrario, sus historias están llenas de vida y, además de una fuente de motivación para sus autores, sirven de inspiración y aportan esperanza e ilusión a otros enfermos y sus familias.
La psico-oncóloga Emilia Arrighi explica que escribir estas experiencias es «importante tanto para el que escribe como para el que lee», porque permite «expresar emociones difíciles de sacar a la luz». Al iniciar el tratamiento, los pacientes están «focalizados» a la meta de finalizarlos y ello supone «una carga emocional muy grande», mientras que cuando lo superan, «necesitan procesar lo que han vivido», señala. «Muchos cambian las prioridades de su vida o su trabajo —señala la especialista— y la escritura puede servir para metabolizar el proceso que han vivido y descubrir una vida nueva».
Arrighi coordina un concurso de pequeños relatos para pacientes de cáncer y sus allegados, con la idea de que cuenten sus experiencias, que después se publicarán en una web. La iniciativa está promovida por la llamada Universidad de los Pacientes, que a su vez es un proyecto impulsado por la Universidad Autónoma de Barcelona y la Fundación Josep Laporteque busca la mejora del servicio sanitario a través de información, formación e investigación.
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