The economist: «Hay que sacar a los manifestantes de las plazas y llevarlos al empleo»
La revista británica subraya que el comportamiento de los manifestantes ha sido «impecable». El semanario advierte que las protestas pueden disuadir a los políticos en la tarea económica

La revista británica The Economist afirma en su último número que es necesario sacar a los manifestantes de las plazas españolas y llevarlos al empleo.
El semanario recoge el grito de dolor de la sociedad española que ha desembocado en el movimiento conocido como 15-M, y asegura que lo sorprendente es que estas protestas no hayan ocurrido antes. The Economist señala que la mayoría de las decenas de miles de protestantes son jóvenes y recuerda que el paro juvenil en España supera el 40% .
Asimismo, la revista señala que a los manifestantes, más que un mensaje, les une una actitud . En esta actitud, la publicación encuentra ecos de la tradición anarquista española en las proclamas contra los partidos políticos y los sindicatos, que se mezclan con una retórica similar a la de los movimientos antisistema. No obstante, The Economist respalda dos de los puntos fundamentales de las protestas y asegura que los políticos españoles deberían de escucharlos .
Por un lado, defiende una reforma de la ley electoral que incluya listas abiertas y medidas contra los políticos corruptos. Por otro lado, comprende las protestas contra el mercado laboral actual, que refuerza a los trabajadores con contrato indefinido a costa de los jóvenes y los desempleados.
Comportamiento «impecable»
En cuanto a la inspiración de estas protestas, la publicación afirma que los manifestantes dicen tomar como ejemplo las revueltas árabes o el mayo del 68 en París . Sin embargo, The Economist asegura que se parecen más a las protestas en Argentina de los años 2001 y 2002. Estas movilizaciones en Argentina llegaron tras años de recesión que desembocaron en la incapacidad del país de pagar sus deudas.
No obstante, aclara que afortunadamente, España no es Argentina. Además, subraya que, por ahora, el comportamiento de los manifestantes ha sido impecable.
Peligro de disuadir al Gobierno
A pesar de defender algunas de las exigencias de las movilizaciones, la revista advierte de que uno de los mayores peligros es que las protestas disuadan al Gobierno de llevar a cabo las reformas necesarias para acabar con la crisis económica.
Las protestas pueden disuadir a los políticos de la dura tarea de salvar la economía española del estancamiento y de eliminar los miedos sobre su capacidad de pagar la deuda, dice la publicación británica. A esta situación se suma la aplastante derrota del PSOE en las elecciones locales y autonómicas.
Para The Economist, la conjunción de estos dos hechos ha preocupado a los mercados , que ya estaban inquietos ante la resistencia de Grecia y Portugal para tomar las medidas de austeridad necesarias.
«No a las elecciones anticipadas»
En cuanto al resultado electoral, The Economist celebra que de forma sabia Zapatero decidió mantenerse en su puesto y no convocar elecciones anticipadas , pero añade que el PSOE debe elegir urgentemente un nuevo líder. Preferiblemente, Alfredo Pérez Rubalcaba, el astuto ministro del Interior, añade la revista.
No obstante, la publicación señala que el PP ya está saboreando la vuelta al poder en las próximas elecciones generales, a pesar de que su líder, Mariano Rajoy, se ha mostrado a menudo equívoco sobre las reformas.
En este sentido, advierte al líder popular de que, cuando llegue al poder, no debe olvidarse de las protestas de estos días ya que, aunque tras las elecciones locales irán apagándose, The Economist cree que volverán si no aprueba planes radicales para mejorar la empleabilidad de los jóvenes.
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