ISRAEL NO DESCARTA ENTRAR EN LA BATALLA POR EL FMI
China pide que la sucesión de Strauss-Kahn sea democrática
MADRID
Si el estrepitoso fin de la carrera política de Dominique Strauss-Kahn ya era lo suficiente dantesco, ayer China le puso la guinda al pastel sobre el asunto de la sucesión del ya ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI). El gigante asiático, gobernado por el Partido Comunista —único partido desde 1949— pidió una «negociación democrática» mediante un consenso entre los líderes del G-20.
En un comunicado publicado en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ejecutivo chino solicitó un proceso de elección abierto y transparente y basado en los méritos.
Hasta ayer los candidatos que entrarían en este proceso democrático serían el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y la actual ministra de finanzas francesa Christine Lagarde, quien ha recibido el apoyo no tácito de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton. Durante los actos de clausura de los 50 años de la OCDE ayer en París, Clinton no desveló quién será el candidato de su país para el máximo cargo del FMI, pero dijo que están «muy contentos de que candidatas altamente capacitadas y cualificadas opten a organismos tan importantes».
Un poco más al norte del país galo, el G-8 se reunía en Deauville. Allí el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, aprovechó para subrayar la «gran experiencia» y «personalidad de liderazgo» de Lagarde. Dijo que «es por ello que cuenta con apoyos en Europa, pero también en países del resto del mundo».
Otro que se unió a la fiesta de las candidaturas fue el gobernador del Banco de Israel, Stanley Fischer, que dijo ayer que aunque su trabajo actual le apasiona, «la dirección del FMI también es apasionante».
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