UPyD quiere la cabeza de Castro

A Pedro Castro sólo le quedan 17 días como alcalde de Getafe. Poco más de dos semanas para dar carpetazo a casi treinta años como regidor. El 22-M le ha dejado en un callejón sin salida. Una cita con las urnas que él había preparado con minuciosidad para seguir gobernando una última legislatura y, después, ceder el poder a su hijo, actual concejal de Hacienda del municipio. Pero los getafenses han echado por tierra su plan sucesorio. El PP logró la mayoría simple tras alcanzar 12 concejales. Le basta los dos ediles de UPyD para que el candidato popular, Juan Soler, se convierta en el nuevo alcalde. Pero todo parece indicar que la formación magenta se va a hacer de rogar...

El partido de Rosa Díez tiene la última palabra, pero va a vender muy caro su apoyo. Su líder regional, José Luis Morato, se cansó de repetir en campaña que sólo iba a respaldar la lista más votada. Este planteamiento daría la Alcaldía al PP sin ningún género de dudas. Pero Morato ha empezado a matizar sus palabras. UPyD no descarta ahora pactar con el PSOE, pero a cambio pide algo innegociable: la cabeza de Pedro Castro. Si hay algo que tiene claro este partido es que el histórico regidor getafense no puede seguir un minuto más dentro del Ayuntamiento. Por lo tanto, sólo apoyaría la lista de los socialistas si estos se quitan de encima a su líder.

De una forma u otra, por lo tanto, a Castro le queda menos de un telediario en el Consistorio. Pero el regidor se resiste a abandonar y va a hacer todo lo posible por resistir. De hecho, ya lo está haciendo. Ayer no dudó en manifestar su disposición a sumarse a las «peticiones» de UPyD para mantenerse en el Gobierno municipal. «Esta alianza puede ayudar para hacer un Getafe mejor», comentó. El regidor cree «acertado» que la formación magenta pida una modificación de la Ley Electoral, así como el traspaso al Estado de las competencias de Educación. «Los ciudadanos han pedido que rectifiquemos, y eso es lo que vamos a hacer para que Getafe siga siendo una ciudad de progreso».

El problema para Castro es que todo el mundo le ha cogido la matrícula hace tiempo. En el socialismo madrileño quedó definitivamente retratado cuando dijo que Tomás Gómez y él eran «uña y carne» y, después, no dudara en apoyar a Trinidad Jiménez en las primarias. Su situación es tan delicada que hasta podría perder su cargo como presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Por eso está dispuesto a pelear este partido hasta el último minuto. Pero en privado, tanto el PP como UPyD le dan por muerto.

Donde los populares sí que ya tienen amarrado su asalto al Ayuntamiento es en Leganés . El PP necesitaba la ayuda de la agrupación ULEG, liderada por Carlos Delgado, para tomar la Alcaldía. Y la va a tener. El propio Delgado lo confirmó ayer a ABC. «Ya nos comprometimos ante notario que el día de la elección nos íbamos a votar a nosotros mismos, con lo cual será Jesús Gómez quien salga elegido».

Este partido independiente no quiere formar parte del nuevo Gobierno. «No nos vamos a someter a ningún abrazo del oso para olvidar nuestro programa electoral. Queremos que la honradez y la transparencia regresen al Ayuntamiento, que a las oposiciones se accedan por méritos y no por enchufismo, y que la gestión sea más cercana con los vecinos».

El responsable de ULEG se suma a la intención de Jesús Gómez de encargar una auditoría para conocer el estado real de las cuentas municipales . «La gestión del PSM ha sido nefasta —apunta— y nos tememos que la deuda pueda ser mayor de lo que se dice». Por lo tanto, si todo transcurre con normalidad, el PP gobernará en Leganés más tiempo que los 23 días que estuvo Guadalupe Bragado en junio de 2007.