Samantha Cameron y Michelle Obama, desnudan la cocina de Downing Street

La visita de Estado que Barack Obama realiza estos días al Reino Unido está dando a conocer facetas hasta ahora poco conocidas de dos de los hombres más poderosos del mundo, el propio Obama y el premier británico, David Cameron .

Despues de haberlos visto estos días friendo hamburguesas para veteranos de guerra británicos y jugando al pimpón con los estudiantes de una escuela de un suburbio londinense, ahora nos metemos de lleno en su cocina.

Y es que, en paralelo a la agenda del presidente estadounidense y el primer ministro británico, discurre la de sus respectivas esposas, que han elegido para su posado ante la prensa la cocina del primer ministro. La cocina en cuestión, en una estancia reformada en el número 11 de Downing Street , vivienda contigua a la residencia del primer Lord del Tesoro , a la sazón primer ministro.

Las imágenes difundidas en prensa han permitido contemplar la disposición y decoración de la nueva cocina del premier mientras su esposa, Samantha Cameron , ofrecía una taza de té a la esposa del presidente estadounidense, Barack Obama .

Sentadas en recatada posición sobre un sofá color mostaza, las primeras damas han departido, y de ese encuentro se han podido extraer algunos detalles del mobiliario y disposición de la cocina. Si la casa de uno habla de su personalidad, ahora sabemos algunas cosas más del matrimonio Cameron.

Sorprende el hecho de que los Cameron tienen en la cocina la colección de DVD´s, en la que destaca la serie « Kill Bill », de Quentin Tarantino . También tienen los Cameron en la cocina algunos volímenes de su biblioteca, en la que figura como ejemplo destacado, las obras completas de William Shakespeare. ¿Cómo encajará la biblioteca los humos y olores propios de cualquier frito?.

Se aprecia también en las imágenes una sencilla vajilla de acero, y algún que otro divertido contraste, como el que resulta de algunos caros utensilios de de homenaje y la librería de Ikea de alrededor de cien euros. Se ve que los Cameron son gente de contrastes.