CORAZÓN DE LEÓN
CAFÉ PARA VOLAR Y REFLEXIONAR
VICENTE ÁNGEL PÉREZ
ESTA mañana, millones de españoles se han vestido de domingo para ir a misa o para ir a comprar la prensa o el pan; para desayunarse churros con chocolate, e incluso para votar; esta mañana, con la camisa blanca recién planchada o con el chándal sudoroso, al menos veinte millones de ciudadanos han hecho un quiebro a su rutina dominguera para depositar en una urna un par de papeletas con los nombres de quienes quieren que a partir de mañana sean sus servidores municipales y autonómicos. A esta regla de tres (libertad, legitimidad… y voto) se le suele denominar, en las naciones civilizadas, como democracia (un invento pergeñado hace más de dos mil años en la Grecia de Pericles y que desde entonces ha sufrido tantas manipulaciones y tantas utilizaciones en vano).
La ley no permite, y bien hace, que hoy, jornada electoral, se publiquen artículos (u otras cosas, véanse manifestaciones, acampadas, mítines…) que puedan afectar el voto del ciudadano. Ayer fue día de reflexión, eso dice la ley, y hoy es día de votación. Y mañana será día de lamentación, para unos, y de preocupación, para otros. Con la que está cayendo, y con permiso de la autoridad, ningún partido está para celebrar esta medianoche victoria alguna; al contrario, la jornada de reflexión de ayer debería durar una buena temporada, tanto para los partidos vencedores como para los perdedores, pues reflexionar es una virtud por lo general traspapelada en la agenda de la clase política.
Por León, que es lo aquí importa, pues más de lo mismo: voto y reflexión, o reflexión y voto, que, en este caso, no altera el producto. Y como la ley no permite alegrías que puedan ser calificadas de electoralistas, habrá que hablar del café o de la cafetería del aeropuerto leonés. Puede parecer una broma en una jornada tan tensa y trascendente como la de hoy, pero, con permiso, de nuevo, de la autoridad electoral, cabe preguntarse qué triste sino ha caído sobre los heroicos viajeros que aún confían en volar desde León a Madrid, Barcelona, Valencia, Palma, París o Tenerife, tal es la oferta de ese aeropuerto que los políticos de aquí y de allá, de acá y de acullá, 2vendieron» como un aeropuerto de «primera división». Este proyecto está tocado del ala desde su nacimiento, muy a pesar de los soñadores que pensaban que para ser ciudad de categoría había que tener equipo de fútbol en Primera División y aeropuerto internacional; pues ni una cosa ni otra: La Cultural y Deportiva Leonesa se ha salvado por los pelos de bajar a Tercera y el aeródromo de La Virgen del Camino no tiene quien le sirva un café, pues ninguna empresa se ha presentado al concurso público convocado por AENA para adjudicar los servicios de restauración, máquinas expendedoras y tiendas de prensa. El asunto, salvadas las distancias con la cita electoral, también se presta a la reflexión: ¿Quién es el valiente que se sube a un avión sin tomarse un café o lo que sea… una mantecada, por ejemplo?
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