Zapatero nos da motivos hoy para actualizar el chiste de aquel alcalde que, ante los vecinos congregados frente al Ayuntamiento reclamando su dimisión, les interpela: «Qué preferís, yo o el caos?» Los vecinos gritan al unísono: «El caos, el caos», a lo que el alcalde les responde: «Pues os fastidiáis, porque el caos también soy yo». Zapatero, que reclamaba hasta ahora la representación de la salida social a la crisis y el fortalecimiento del Estado del Bienestar, se apunta también al caos. El caos, el movimiento antisistema del 15-M, también es él mismo. Y ratifica en A Coruña la comprensión hacia Democracia Real Ya, expresada hace unas horas en una televisión. Merece nuestro respeto, dice en Coruña, y articula una buena parte de su discurso en torno a los jóvenes y lo que el Gobierno ha hecho y hará por ellos. Consciente, seguramente, de lo que chirría ese respeto a un movimiento antisistema e insumiso, cuando lleva toda la campaña clamando contra la extrema derecha, eludió por primera vez ese tema en su mitin. Ni una palabra sobre los peligros de la extrema derecha en el día del respeto a la extrema izquierda.
El grupo de jóvenes habitual de los escenarios está hoy más movilizado que nunca. ¡Mi voto socialista! gritan, tras el llamamiento del presidente a la juventud, poco convencidos como parecen de que los de la Puerta del Sol sean sensibles al respeto de Zapatero.
