Apenas alusión alguna a la autoría del 11-M por el islamismo yihadista en estos días sobre Bin Laden y la Yihad islamista. Me pregunto por qué razón los políticos y analistas que impusieron sus tesis sobre el atentado de Madrid no han aprovechado la ocasión para reafirmarlas. Lo lógico es que los que desautorizaron otras explicaciones como teorías emanadas de un sentido conspiratorio de la Historia deberían haber aprovechado la revisión biográfica de Bin Laden para volver sobre el atentado de Madrid. Si el debate sobre los autores llegó a dividir a la sociedad española ¿no habría sido normal que la persecución y muerte de Bin Laden hubiera sido aprovechada para reafirmar la interpretación sobre la autoría del atentado más grave de Europa? La discreción, por no decir el silencio, resultan realmente sospechosos.
Es más: buena parte de los que se consideran políticamente correctos se han dedicado a criticar muy duramente a Obama. Piensan que se ha «pasado» al ajusticiar a Bin Laden. Opinan que EE.UU. no se puede defender frente al terrorismo «internacional» más que en los sitios elegidos por este y de acuerdo con el imperio del Estado de Derecho de los países «occidentales». Incluso muchos de estos españolitos se han asomado para defender los derechos de Pakistán. Sensibles a la defensa del progresismo mundial manifiestan su preocupación por la conversión de la figura de Obama en un Bush cualquiera. No soportan que el presidente de sus amores haya utilizado las torturas de Guantánamo.
Por si fueran pocas y pequeñas las contradicciones de estos chicos de izquierda y de unos cuantos tontos útiles de la derecha no sólo no reclaman el papel criminal de la Yihad en el atentado del 11-M sino que ya antes habían tragado con el GAL, habían defendido las hazañas de mister X y el terrorismo de Estado del PSOE. Esperemos que, por lo menos, pierdan las elecciones ahora.