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La comisaria general de la Expo 2010 cobró 288.191 euros en seis meses

Solo «Miguelín», el muñeco gigante del pabellón español, costó más de medio millón

La comisaria general de la Expo 2010 cobró 288.191 euros en seis meses AP

MANUEL CONEJOS

La aguda crisis económica que vive España no fue óbice para que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero realizara un fuerte desembolso en la Exposición Universal de Shanghai 2010 que se celebró desde el 1 de mayo hasta el 31 de octubre. El tema central de esta exposición fue la vida urbana y 189 países de los cinco continentes participaron en la exposición internacional más grande de todas las celebradas hasta la fecha.

España estuvo presente con un pabellón ubicado en la Zona C, al lado del puente Lupu, que fue construido por el estudio de arquitectura Miralles Tagliabue EMBT S.L. con sede en la ciudad de Barcelona. El Gobierno, a preguntas de la parlamentaria del grupo popular Teresa García Sena, ha ido dando respuesta entre los pasados meses de enero y marzo a las dudas suscitadas sobre los costes de la presencia española en Shanghai 2010.

Particularmente llamativo resulta el capítulo referente al sueldo de la comisaria general de España para la Expo de Shanghai, María Tena, quien se embolsó por seis meses de trabajo un total de 288.191 euros brutos. Su nombramiento se aprobó en el Consejo de Ministros del 22 de enero de 2010 y se hizo a propuesta de la ministra de Economía del Gobierno, Elena Salgado, y del que entonces era titular de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

Jefa de gabinete de Salgado

María Tena fue directora del gabinete de Elena Salgado en el periodo 2004-2008 cuando ésta era ministra de Sanidad y con el sueldo obtenido en el semestre de trabajo de la Expo de Shanghai multiplicó casi por cuatro el sueldo que percibe el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El pago de las nóminas del personal, al margen del consignado a la comisaria general, sumó 1.261.157 euros a repartir entre 19 personas —8 en plantilla contratadas en Madrid por la Sociedad Estatal de Exposiciones Internacionales y otras 11 en China de carácter eventual—. Esto supone una media de 66.376 euros por contrato, en los que, según las respuestas parlamentarias del Gobierno se tuvo en cuenta que no hubiera grandes diferencias entre el salario del personal desplazado desde España y el contratado directamente en China.

Los gastos de hospedaje de la delegación española en ese periodo se elevaron a 493.000 euros, mientras que los destinados a desplazamientos internos en China sumaron otros 368.302 euros.

Otro capítulo destacado en la partida de gastos de la Expo 2010 es el correspondiente a protocolo, que ascendió a 164.920 euros y que comprendía hospedaje de autoridades, comidas con representantes de Comunidades Autónomas (un total de siete estuvieron en Shanghai representadas), así como regalos institucionales y compra de entradas para la atención de invitados.

El Ejecutivo también reconoce que el coste del pabellón —de 7.500 metros cuadrados de superficie útil— ascendió a 19.483.636 euros lo que supone un sobrecoste sin justificar de 1.683.026 euros sobre lo inicialmente presupuestado. A ello, habría que sumar la adjudicación del contrato a EMBT por un importe de 625.000 euros (IVA incluido)

El pabellón español tuvo una visita media de unos 30.000 visitantes por jornada, incrementándose el día de España en la Expo que fue el 30 de agosto, y necesitó una inversión para garantizar su mantenimiento de 332.646 euros.

Sin retorno

Ese elevado esfuerzo inversor, una vez finalizada la Expo 2010, no tuvo rentabilidad alguna porque la instalación fue donada al Gobierno municipal de esta urbe china de 20 millones de habitantes que lo exhibe desde entonces en el Museo creado a propósito de la muestra universal.

El famoso muñeco «Miguelín» —una reproducción de un bebé gigante de 6 metros y medio con movimiento que se instaló en el pabellón español— corrió la misma suerte y también fue donado a las autoridades municipales de Shanghai. Se hizo pese a que su construcción por parte del «Estudio Amalgamated Dynamics» supuso un desembolso para el Gobierno de España de 588.518 euros.

La diputada popular Teresa García lamenta estas cifras «mareantes» en salarios e inversiones para un trabajo de un semestre en el contexto económico tan duro que vive hoy España y que ha provocado «un recorte de políticas sociales a los españoles».

Además, denuncia que las inversiones en el pabellón no sean recuperables, mientras que infraestructuras culturales como el Palau de les Arts el San Pío V de Valencia, entre muchas otras, se quedan fuera de las partidas presupuestarias año tras año, en lo que considera la parlamentaria popular como una «doble vara de medir» del Gobierno presidido por Rodríguez Zapatero.

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