Columnas

cubierto-111

Columnas / HORIZONTE

De Aznar y de Gadafi

Día 20/04/2011

El arriba firmante cree tener acumulados artículos y opiniones suficientes como para no hacer necesario justificar hogaño su pleno respaldo a la decisión de Aznar de apoyar la ocupación de Irak en 2003, ni para tener que razonar ahora que le respalda al creer que la invasión y el derrocamiento de Gadafi son muy convenientes —como creí advertir que sostenía en su artículo «El 1989 de los árabes» reproducido en ABC el pasado 12 de febrero.

Todo ello me produce mayor desasosiego al ver cómo se tergiversan palabras —probablemente poco afortunadas en su expresión— que no hacen más que razonar conceptos que creo difícilmente discutibles. Si vamos al fondo de lo que dijo Aznar en Washington sobre Gadafi y su derrocamiento, ¿puede alguien negar que mientras nuestros medios de comunicación se llenan de noticias sobre las represalias que el dictador sirio amigo de Irán sigue perpetrando como le place, masacrando a su población un día tras otro y haciendo oídos sordos a Occidente o mientras el sátrapa iraní sigue reprimiendo sin mesura a su oposición, nosotros hemos contemplado con júbilo y gozo la caída de dos dictadores más bien alineados con Occidente como es el caso de Ben Alí y Mubarak? Porque la Internacional Socialista a la que pertenecían es un órgano occidental ¿no? Y no contentos con eso hemos organizado una intervención en Libia que un mes después de ponerse en marcha parece mucho más cerca de lograr la victoria de Gadafi que su derrota. La «realpolitik» genera aliados vomitivos. Y Gadafi ha sido uno de ellos. Pero habrá que reconocer que antes de atacar a Gadafi —y tardamos mucho en hacerlo— había que tener claro quiénes eran sus enemigos/nuestros aliados. Y al crear una coalición sobre bases más que endebles, ahora tenemos el perfecto oxímoron: a nuestro enemigo bélico ganando la guerra con nuestra ayuda.

Búsquedas relacionadas
  • Compartir
  • mas
  • Imprimir
publicidad

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.