Nacer no vale lo mismo en toda España
Según la Comunidad autónoma, un niño puede venir al mundo con pan bajo el brazo o sin él. ABC ha constatado sobre el terreno las dispares ayudas a la natalidad
Maribel Dolcet y Francisco González tienen tres hijos, de 7, 5 y 2 años. Viven en Fraga (Huesca) y llevan miles de euros perdidos, los que si vivieran a quince minutos de allí, en Alcarrás (Lérida), hubieran cobrado por ser familia numerosa y tener niños pequeños. «Yo trabajo de profesora para la Generalitat, trabajo en Alcarrás, y muchos amigos nuestros cobran las ayudas que nosotros no cobramos, las que paga la Generalitat y, sin embargo, no se pagan en la Comunidad autónoma de Aragón», se lamenta Maribel. «Me parece muy injusto, creo que en España debería haber un trato igual para todas las familias y no estas diferencias tan tremendas», relata a ABC. En su caso, la solución hubiera sido relativamente sencilla: fijar su residencia en Alcarrás en vez de en Fraga. Pero prefirieron mantener las raíces y, además, dice Maribel que no les parecía ético. Y eso que ella trabaja en Cataluña, pero es de Fraga y su marido de Mequinenza (Zaragoza), donde se dedica a la agricultura.
«Para no deprimirnos —afirma Maribel Dolcet—, hemos preferido no echar cuentas del dinero que hemos dejado de cobrar por vivir aquí en vez de a quince minutos, en Alcarrás». Mientras charlamos, hacemos las cuentas y, así por encima, desde que nació su primer hijo han podido dejar de cobrar del orden de 6.000 euros en ayudas autonómicas, las que en Cataluña les hubieran pagado y que en Aragón no existen.
Y es que una misma familia en España puede recibir desde cero euros de ayuda a varios miles al año. La diferencia radica en la Comunidad autónoma en la que resida. El mosaico es total en este apartado: algunas comunidades dan ayudas directas por tener un hijo; otras no. Algunas las conceden según nivel de renta; otras sea cuales sean los ingresos del hogar. Las hay que conceden ayudas extra por parto múltiple, pero no todas por igual, porque algunas, por ejemplo, solo las dan a partir de trillizos. Son algunos casos de las disparidades que se dan entre las 17 comunidades en el apoyo directo a las familias.
Sepa que si va a tener hijos, además de la ilusión con la que afronte esta aventura vital, puede salirle rentable pararse a revisar la normativa autonómica. Eso sí, ármese de paciencia ante el mareo de normativas con las que se puede encontrar. Si solo mira la comunidad autónoma vecina, la más próxima, la tarea le resultará más sencilla. Pero entonces, quizás compruebe que le podría salir la cuenta empadronarse en un municipio situado unos kilómetros más allá, porque el bolsillo familiar se lo agradecería.
Veámoslo con otro supuesto práctico, de nuevo en el muy ejemplificador límite entre Aragón y Cataluña. Hemos acudido a los servicios sociales de la Generalitat. Les hemos explicado que vivimos en Alcarrás, en la provincia de Lérida, que tenemos tres hijos: uno de dos años y dos más, gemelos, que nacieron en enero. Nos explican que, por el niño de dos años, ya podíamos estar cobrando una ayuda de 638 euros al año por hijo, hasta que cumpla los tres años. Esa ayuda es universal, sea cual sea el nivel de renta de la familia. Si fueran dos hijos, cobraríamos, por tanto, 1.267 euros al año, hasta que cada uno de ellos cumpla los tres años. Pero, en nuestro caso concreto, como hemos tenido gemelos, nos corresponde una ayuda de 663 euros que se paga una única vez, por haber tenido parto doble —si hubiera sido parto triple o adopción, 1.020 euros; y 1.224 euros por parto o adopción cuádruple—. Resumiendo, que este año ya tenemos garantizados 663 euros por el parto de gemelos.
Pero es que, además, como ahora tenemos tres hijos, pasamos a ser familia numerosa. Y, en tal caso, la ayuda anual por hijo se eleva a 745 euros por año, y ahora ya no hasta que cumpla tres años sino hasta que cumpla seis cada uno de ellos.
En total, que este año, entre todas esas ayudas, la Generalitat nos pagará 2.898 euros por nuestros hijos: la ayuda universal de 745 euros por año por cada uno de ellos, más los 663 euros por haber tenido gemelos.
De Alcarrás a Fraga
Ahora nos vamos a Fraga (Huesca), a solo 17 kilómetros de Alcarrás (Lérida), a un cuarto de hora en coche. Aquí no hay que sacar la calculadora, no hace falta. Nuestra familia, si está empadronada en Fraga, no cobrará nada del Gobierno aragonés, porque no hay ayudas autonómicas como las de la Generalitat. En Aragón no hay ayudas directas y universales por niño a cargo. Sí las hay por parto múltiple, pero no llegaríamos a ellas porque en nuestro caso hemos tenido gemelos, y las ayudas que concede el Gobierno aragonés es a partir de parto triple.
Ese cuarto de hora de distancia entre Fraga y Alcarrás le sale a esta familia por casi 3.000 euros. Y eso solo en un año. Cuestión de política autonómica.
Ahora bien. ¿Y si nuestra familia, que cobra ayudas por hijos en Cataluña, tiene que irse a vivir a otra Comunidad? Pues pierde las ayudas, porque el requisito es tener en Cataluña la residencia legal y vivir de de manera efectiva e ininterrumpida —las ausencias no pueden ser de más de 90 días al año—. A partir de ahí, nos tocaría acudir a los servicios de Bienestar Social de la otra región, cruzar los dedos y ver si tiene habilitadas algunas ayudas por hijos.
Vamos con otro caso. Una joven de 18 años que se ha quedado embarazada. El progenitor no va a seguir a su lado y a ella se le viene el mundo encima. con 18 años, sin trabajo y sin el apoyo de los padres, que censuran la situación. ¿Va a tener ayudas públicas para seguir adelante con el embarazo, tener al bebé y encarrilar su nueva vida? Una vez más, dependerá de dónde viva. Tendrá que recurrir a las ayudas genéricas por hijos que hemos citado anteriormente. Pero puede encontrarse sin ayuda de ese tipo, según la Comunidad en la que resida. Además, este tipo de casos requieren un apoyo especial. Para indagar más en el asunto, ABC acude a la central de Red Madre, una entidad que trabaja en arropar a este tipo de mujeres embarazadas para ayudarles a tener el hijo y a salir adelante, en vez de verse abocadas a abortar. En Red Madre hablamos con Esperanza Puente, una de las mujeres que trabajan día a día en esta entidad.
Menores embarazadas
Casos de jóvenes, muchas menores de edad, en una situación como la descrita, son muy habituales. ¿Lo son también las ayudas públicas? Esperanza Puente es rotunda en su respuesta: «No». «Hay desigualdades sociales en todo el territorio, en cómo se apoya a la familia, a tener hijos, pero sí hay un común denominador: en todas las comunidades se aboca a abortar, se ayuda y se pone más fácil abortar que seguir adelante con el embarazo». Caso típico: una comunidad en la que la Sanidad pública costea el aborto, pero si esa joven quiere seguir adelante y tener al niño, depende del apoyo que le presten entidades privadas sin ánimo de lucro, como Red Madre, que las arropan, les asesoran, les ofrecen alojamiento de acogida...
Dicho esto, preguntamos: ¿En todas las comunidades autónomas se dispone de una red de centros de ayuda similares? De nuevo la respuesta es no, porque no todas las comunidades financian por igual a estas organizaciones, las subvenciones son muy distintas, así que los medios que pueden ofrecer estas entidades, también.
En Madrid, una joven que vaya a ser madre soltera tiene 33 entidades sin ánimo de lucro dispuestas a ayudarle que, según destaca Esperanza Puente, a pesar de contar con apoyo de la Comunidad para financiar sus gastos, se nutren sobre todo de contribuciones privadas. En Red Madre, esa joven dispondrá de casa de acogida hasta que dé a luz, un piso de acogida una vez que tenga el niño y, mientras tanto, asesoramiento y ayuda personalizada para intentar que encuentre trabajo y pueda salir adelante por sus propios medios.
La Comunidad de Madrid es de las que más dinero, y desde hace más años, dedica a subvencionar a estas organizaciones. En el lado contrario, nos cuentan desde Red Madre, estarían otras como Andalucía, Extremadura o Aragón. Algunas autonomías han ido aprobando a lo largo de los años iniciativas legislativas populares impulsadas por el Foro Español de la Familia para reforzar la asistencia a madres embarazadas en dificultad. Pero no todas han aprobado leyes de este tipo, y, en las que se han aprobado, tampoco se materializan por igual en la práctica.
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