Crespo rechazó la oferta de Artur Mas para ser director de Turismo

En las bizantinas artes de la política siempre es preferible evitar que tu mano derecha sepa lo que hace la izquierda. Algo que el alcalde de Lloret de Mar (Gerona), Xavier Crespo, no supo hacer cuando le llovieron dos ofertas para formar parte del nuevo gobierno de Artur Mas.

Según ha podido saber ABC, Mas y Crespo mantuvieron una reunión poco después de las elecciones autonómicas de 2010 en la que el presidente catalán tanteó a Crespo como posible director general de Turismo de la Generalitat. El alcalde está muy bien considerado dentro de CiU, no sólo por haber conseguido la mayoría absoluta en las municipales, sino por su buen talante. El hecho de que Crespo hubiera sido investigado por la Sindicatura de Cuentas por haber compatibilizado el cargo municipal con intereses en un centro sanitario gerundense nunca supuso un obstáculo para su ascenso a la administración autonómica porque, según las fuentes de la federación consultadas por ABC, ese asunto quedó finalmente archivado.

En esa reunión, no hubo una proposición en firme por parte de Mas. De hecho, quienes conocen al «president» explican que no suele hacer ofertas directas, sino que utiliza rodeos para valorar la reacción de sus interlocutores, quienes salen de las reuniones algo desconcertados y, en algunos casos, decepcionados.

Una forma de hacer muy diferente a la de Felip Puig, consejero de Interior, quien sí propuso directamente a Crespo ser secretario general de su departamento. Es decir, ejercer de número dos en sustitución de Joan Delort. Sea porque le gustaba más esta oferta, sea porque ésta fue formulada en firme, lo cierto es que Crespo puso en conocimiento de Mas —algunos creen que ingénuamente— su preferencia por incorporarse a Interior.

A partir de ahí comenzaron los rumores sobre su inminente nombramiento que, finalmente, nunca se produjo. Hay quien apunta a razones de salud, pues el primer edil de la citada localidad costera sufrió un infarto, pero dice estar dispuesto a acabar su mandato como alcalde. El 3 de enero, renunció a su acta de diputado en el Parlamento catalán, pero luego la recuperó. El tiempo dirá si el motivo de ese fichaje frustrado se debió al enojo de Mas, quien nombró a Marian Muro directora general de Turismo.

El culebrón de Crespo acaba, de momento, aquí, y la Generalitat se inclina por prescindir de la secretaria general de Interior, previo cese de Delort, y dejar esas funciones en manos del director general de los Mossos d'Esquadra, Manel Prat, hombre de máxima confianza de Puig.