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El Ben-Hur de los smartphones

Nokia se sube al carro de Microsoft para tratar de dejar atrás a Apple y a Android

por anna grau

¿Sueñan los androides con teléfonos móviles? ¿O es al revés? Los últimos movimientos en el sector de los smartphones o teléfonos inteligentes están transformando el paisaje y dando paso a toda clase de especulaciones sobre quién conquistará por fin la hegemonía de un negocio tan en expansión como en trance de rápida mutación. La próxima gran batalla puede ser la de la publicidad en los móviles, y nadie quiere llegar tarde a ese frente.

Los últimos partes de guerra no pueden ser más agitados. Nokia sigue siendo quien más teléfonos móviles vende en el mundo, pero su dominio se tambalea y en algunos sitios hasta se resquebraja espectacularmente, mientras sus competidores avanzan inexorables y el sistema Android operado por Google deja atrás a todos sus rivales, poniéndose a la par con la plataforma Symbian operada por Nokia en el cuarto trimestre de 2010. Tanto que la victoria del gigante finlandés resulta amarga, por no decir pírrica: de un año para otro su cuota de mercado ha bajado del 36,4 al 28, 9 por ciento. Hace sólo dos años era del 46,9%.

Velocidad de crecimiento

Nokia vendió 461 millones de teléfonos en el año 2010, 20 millones más que el año pasado. Parecen cifras satisfactorias sobre el papel; pero el problema es que la velocidad de crecimiento de los demás es mucho más alta. El mercado de la telefonía móvil sigue explotando año por año. En 2010 las ventas de móviles en general en el mundo se dispararon un 31,8% y las específicas de smartphones un 72%. Es evidente que Nokia se está quedando atrás en la capitalización de esta explosión, donde ganar lo mismo que el año pasado supone en realidad ganar mucho menos.

Globalmente el número dos del mercado sigue siendo Samsung con 281 millones de teléfonos vendidos y una cuota sin embargo descendente, del 19,5 al 17,6%. El productor coreano acaba de presentar en Barcelona novedosos productos en dura competencia con Apple, que gracias al iPhone se planta este año entre los cinco primeros y que según algunos sondeos es ya líder en el mercado europeo.

El tercer puesto mundial correspondería a otra marca surcoreana, LG (7,1% de cuota). En cuarto lugar seguirían las BlackBerry de Research in Motion (RIM), con un 3% del mercado.

Apple conquista un 2,9% y sigue subiendo, como decíamos, después de haber vendido 46,6 millones de iPhones y de ganar con cada aparato bastante más de lo que gana la competencia.

Ante este vertiginoso panorama no es extraño que el director ejecutivo de Nokia, Stephen Elop, pusiera el grito en el cielo con un ya mítico correo interno a sus colaboradores en el que comparaba la situación de la empresa con la de un trabajador que se encuentra encima de una «plataforma petrolera en llamas», de la que no se atreve a saltar. Este correo no se hizo oficialmente público pero trascendió a la blogosfera justo a tiempo de calentar el ambiente en los días previos el Mobile World Congress de Barcelona.

¿Y si en realidad lo filtraron adrede? Pues por un lado resulta incluso extraño tanto pesimismo justo justo en el momento en que la compañía se disponía a hacer el anuncio de que abandonaba la plataforma Symbian para echarse en brazos de Microsoft y su sistema Windows Phone 7 y así desafiar a los iPhones de Apple.

El correo de Elop consiguió dotar de mayor dramatismo, aún si cabe a este histórico anuncio, emulando las técnicas casi cinematográficas de promoción utilizadas yas por Apple y su supremo demiurgo, Steve Jobs.

La apuesta de Nokia ha hecho correr ríos de tinta (mayormente electrónica) y ha confirmado que la carrera se pone interesante. Se la podría comparar con la carrera de cuádrigas romanas de Ben-Hur, sólo que con tres jinetes potencialmente ganadores, Nokia, Apple y los teléfonos que operan con el sistema Android de Google. Nokia está convencida de que uniendo fuerzas con Microsoft se darán mutuamente la chispa que les ha faltado para frenar los avances de los comunes enemigos. «Nokia va a aportar a Windows Phone volumen, innovación y nuevos productos, y va a acelerar la adopción de la plafatorma Windows Phone en el mundo», ha afirmado satisfecho Steve Ballmer.

No todo el mundo lo ve tan claro. Algunos expertos opinan que Nokia tenía que haber elegido Android, a quien pronostican un dominio apabullante del mercado en un par de años: coparía el 80% mientras Apple y Research in Motion se repartirían, mitad y mitad, el 20% restante. Quizás semejante pronóstico implique algo de triunfalismo por parte de los partidarios de Android, pero no deja de ser cierto que esta es la plataforma que más crece en estos momentos.

La publicidad medirá el éxito

Entonces, ¿por qué Nokia habría preferido el Windows Phone de Microsoft? Una posibilidad es que busquen la calidad antes que la cantidad, la diferenciación de sus productos antes que llegar hasta el último hoyo de un mercado donde, no lo olvidemos, de momento parece que hay pastel para todos.

Diferenciar sus teléfonos de los de la competencia, evitando compartir plataforma con otros, tiene sentido si se confirma que en un futuro no muy lejano el éxito se medirá no tanto en número de smartphones vendidos sino de cuota de publicidad conseguida por cada familia de aparatos. Esa puede ser la próxima y fundamental encrucijada.

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