Arranca la «gran vía» de los AVE
Fomento concluye la perforación del túnel Chamartín-Atocha, el pasillo para todos los AVE que circulen por España en 2013
Tan puntual como los trenes de alta velocidad, la tuneladora Gran Vía llegaba, a la una y media de la tarde de ayer, a Puerta de Atocha. Había salido hace nueve meses de Chamartín. Completado el recorrido de la perforación —6,8 kilómetros soterrados entre un punto y el otro—, ya se puede decir que ha arrancado, ahora sí, otra «gran vía»: esta por la que transitarán todos los AVE españoles a principios de 2013 porque, entonces, conectará la capital madrileña con todos los grandes ejes ferroviarios.
El ministro de Fomento, José Blanco, estaba ayer exultante. La tuneladora «Gran Vía» había concluido, incluso antes del tiempo previsto, la perforación de este tercer «túnel de la risa» entre Chamartín y Atocha. Articulará la conexión de todas las líneas de alta velocidad con origen o destino en la mitad norte peninsular con las que tienen origen o destino en la mitad sur y este.
Junto al ministro, una presidenta de la Comunidad de Madrid y un alcalde transmitiendo el mensaje de que esta gran obra está siendo un triunfo porque colaboran las tres administraciones: local, regional y nacional. Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón compartían con Blanco, y sin ningún tipo de tapujos los tres, lo que fue el lema de la jornada. «Juntos nos hacemos más libres y más unidos», dijo el titular de Fomento.
Sin trasbordos
Las líneas de AVE en servicio tienen hoy como punto de salida o llegada de trenes las estaciones de Chamartín (hacia el norte y noroeste) o Puerta de Atocha (hacia noreste, sur y este), excepto la relación directa desde el sur hacia el noreste a través del by-pass de Atocha sin parada en Madrid. En definitiva, la capital será dentro de dos años el «cruce de caminos» de todos los trenes de alta velocidad gracias a este túnel que ayer terminó de ser perforado. La infraestructura será de vital importancia en el desarrollo del modelo ferroviario español y desempeñará un papel estratégico en la vertebración territorial. Se calcula que si en 2010 el AVE lo utilizaron 15 millones de personas, en 2020 lo harán 35 millones.
Los técnicos se esforzaban en dejar claro que a principios de 2013 se podrá, por ejemplo, viajar de Barcelona a Málaga en AVE en el mismo tren y sin necesidad de hacer trasbordo. Todo un reto en las entrañas de la capital. De hecho, la obra tiene un presupuesto de 206 millones de euros y generará más de 5.000 puestos de trabajo, según fuentes ministeriales.
La tuneladora Gran Vía ha perforado una media diaria de 25 metros, si bien en algunas jornadas se llegaron a alcanzar los 57 metros lográndose un acumulado en 31 días de 1.167,5 metros de excavación y revestimiento del túnel.
La nueva conexión tiene una longitud de 7,3 kilómetros de los que 6,8 van soterrados. La perforación se inició en Chamartín el 24 de abril de 2010. En su tramo inicial, es decir, el cruce de la calle Mateo Inurria, se ejecutó un falso túnel de 110 metros mediante pantallas de pilotes y losa, al abrigo del cual pasó la tuneladora «Gran Vía» al inicio de su recorrido.
Auscultados 500 edificios
El trazado continúa, en sentido norte-sur, hasta la plaza de la República Argentina desde donde sigue el eje longitudinal de las calles Serrano y Alfonso XII para atravesar, después, la zona del Jardín Botánico hasta finalizar en la glorieta del Emperador Carlos V, frente a la antigua marquesina de la estación Puerta de Atocha. El túnel discurre por debajo de 8 líneas de Metro y de los dos primeros túneles «de la risa» —de ancho convencional— ya existentes entre Chamartín y Atocha (por Recoletos y por Sol), a una profundidad media de 45 metros. Solo pasa por encima de una línea de Metro, la 9, a la altura de la calle Mateo Inurria. Por motivos de seguridad, los técnicos han auscultado unos 500 edificios para controlar el comportamiento del terreno ante las vibraciones que provocaba la tuneladora «Gran Vía» mientras se perforaban las entrañas de la ciudad.
El calificativo de «túnel de la risa», como ya ha informado ABC, viene del primero, de 7 kilómetros de longitud, que se proyectó en 1934 por Indalecio Prieto. En esa época se estilaba una atracción de feria, el «tubo de la risa», donde el público se introducía el pleno movimiento y raro era quien no se caía arrancando así las carcajadas del resto de los que esperan para entrar... y caerse también. La rechifla vino porque ese primer túnel no se inauguró hasta 1967.
«Un proyecto nacional»
El segundo «túnel de la risa» se proyectó en paralelo al primero para descongestionar la línea 1 de Metro y dar servicio a la red de Cercanías. Se inauguró en julio de 2008, tras años de retraso. Más guasa, claro.
Ayer, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, felicitó al Ministerio de Fomento por «una de las obras mejor diseñadas que traerá beneficios no sólo económicos sino también sociales y mucha competitividad». La presidenta regional Esperanza Aguirre hizo hincapié en la importancia que significará la interconexión de los AVE y recalcó que «estamos ante un proyecto que no solo es madrileño sino de carácter nacional».
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