Dos proetarras de la vieja guardia presentarán la nueva Batasuna

Dos de los hasta hace poco máximos exponentes de la línea dura de ETA-Batasuna, Rufino Etxeberría e Iñigo Iruín, serán los encargados de presentar los nuevos estatutos con los que la «izquierda abertzale» pretende colarse en las elecciones del próximo mes de mayo. Así lo dio a conocer ayer el diario «Gara», que en su página web adelantaba que el acto de presentación, organizado por Lokarri —asociación próxima al PNV— tendrá lugar el próximo lunes en el palacio Euskalduna de Bilbao a las once de la mañana.

La izquierda abertzale tenía previsto dar a conocer su nueva marca electoral el 12 o el 13 de marzo, pero algunas «filtraciones» les han obligado a adelantar el acto, que contará, según el diario, con una amplia representación «política, sindical y de la sociedad vasca». Para ello, Lokarri, asociación que paga al «facilitador» y mediador internacional Brian Currin, ha sido también la encargada de enviar las cartas de invitación.

Los estatutos nacen bajo el sello de la formación ilegalizada en marzo de 2003. Y es que la izquierda abertzale no tiene intención alguna de disimular que la nueva formación «es de ellos» y que cumplirá a pies juntillas la Ley de Partidos, de ahí su convencimiento de que ni el Gobierno ni la Justicia podrán echarla para atrás.

Ha sido precisamente «Gara» el que ha dado a conocer el papel que en la presentación de los estatutos en el Palacio Euskalduna tendrán Rufino Etxeberría y el defensor de etarras Iñigo Iruín. El primero, que hasta la operación de Segura era una de las cabezas visibles de la línea más dura de ETA-Batasuna, será el encargado de «abordar el contexto y los motivos políticos», mientras que el segundo «desgranará el contenido de los estatutos desde un contenido jurídico-político». Iruin, a quien se le atribuye la autoría de los nuevos estatutos, fue durante las conversaciones de Argel el representante de la línea más intransigente, hasta el punto de que en uno de los momentos de mayor tensión fue quien ordenó a Eugenio Echeveste , «Antxon», que «aquí no se mueve ni una coma». Puede decirse que «gracias» a las instrucciones de Iruín, las conversiones de Argel terminaron en fracaso.

También la semana próxima está prevista la presentación de los estatutos en el registro correspondiente del Ministerio del Interior. Este trámite requiere de la concurrencia de tres firmas, la de un presidente y dos apoderados. Se piensa que estas personas no tendrán ningún vínculo directo con Batasuna.