El Juli corta un rabo en la Monumental de México
Casi 40.000 espectadores vibraron con una faena para la historia
Julián López «El Juli» enloqueció al público de la Plaza México y salió por la Puerta Grande después de cortar un rabo, el segundo para él y el número 124 en la Monumental capitalina, que registró una gran entrada: más de 39.000 espectadores.
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La actuación del madrileño fue contundente, seria, magistral, jugándose la vida en su primero, que fue muy peligroso y al que, por una buena estocada, le cortó la oreja. En su segundo realizó una de las faenas más técnicas y emocionantes que se han visto en la Plaza México. Logró que el toro se entregará poco a poco a la muleta mandona de El Juli, que atraviesa el mejor momento de su vida y ello se refleja en el ruedo. Los muletazos se fueron concatenando uno a otro y cuando su labor estaba en el el clímax se perfiló a matar y desafortunadamente pinchó. Ello desencantó a los tendidos y al torero, que decidió regalar un toro.
Un sobrero «Guapetón»
«Guapetón» se llamaba el sobrero, de Xajay un derroche de nobleza , al que Julián, quien toda la tarde había estado extraordinario con el capote , entendió a la perfección. Ni uno solo de los espectadores abandonó la plaza, porque en el ambiente se respiraba aroma de triunfo. Había, en el ruedo, un buen toro y un magnífico torero. Los presagios resultaron ciertos: la faena de Juli resultó una obra maestra, un portento de técnica, de suavidad, de temple, de torería. Muletazos de mano baja, muy firmes, con serenidad y buen gusto. Julián se rompió toreando y el público, de pie, gritando «¡torero, torero!» La emoción inundó el coso de Insurgentes y, aunque comenzaron a pedir un inmerecido indulto para el toro, El Juli, que tenía en la mente muy claro que debía matar al toro, se perfiló y se fue en corto y por derecho, ejecutando la suerte suprema, limpia, certera y contundente.
Las orejas y el rabo fueron a parar a manos del madrileño, que se ha hecho dueño y señor de esta Plaza México , habiendo cortado ya dos rabos e indultando un toro y un novillo.
Injusto anduvo el público con El Zotoluco , quien llegó a su corrida mil. Hizo un buen esfuerzo, pero no se lo agradecieron. Una mala tarde tuvo El Payo , quien buscó hacer mucho donde había poco y le salió todo al revés.
Cornada al banderillero Paquiro
Se lidiaron siete toros de Xajay , de buena presencia, bien armados y bravos a los caballos; destacaron cuarto, quinto y séptimo, que mereció los honores de la vuelta al ruedo . Zotoluco, oreja protestada en ambos. El Juli, oreja protestada, saludos y dos orejas y rabo. El Payo, silencio y ovación. Los tres toreros hicieron un brindis al cielo en homenaje a José María Luévano , muerto en un accidente de tráfico. El banderillero Paquiro sufrió una cornada de quince centímetros.
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