Camino del exilio

EXAGERAR: Encarecer, decir, representar o hacer una cosa de modo que exceda de lo natural, justo o conveniente. Desorbitar.

Y esto es lo que hace, pero a lo bestia, el presidente de Nuevas Generaciones de Castilla-La Mancha, Francisco Nuñez, cuando acusa al presidente del Gobierno regional, José María Barreda, «de haber conducido a más de 80.000 menores de 35 años al exilio autonómico al no encontrar un empleo».

Un poco más y le señala como el autor de la debacle nacional, de los cuatro millones y pico de parados, del hundimiento de las empresas, de la desaparición de autónomos del mapa nacional y, mirando al pasado, hasta de estar involucrado en la muerte de Manolete.

Ahora resulta, en opinión de Paco Nuñez, que Barreda es el culpable de todas las desgracias ocurridas en el 2010, con unos datos en el desempleo juvenil «escalofriantes». Y para que la cosa quede más asentada ante el público en general, también le considera como el perfecto ayudante de José Luis Rodríguez Zapateropara asegurar «una máquina de crear parados». ¡Toma del frasco, Carrasco, por si tienes la garganta reseca!

Los nuevos cachorros del Partido Popular llegan a la escena política sin el menor rubor en cuanto a descalificar a los contrarios se refiere. Saben que cuanta más leña sacuden al adversario más puntos ganarán ante los mandamases de las siglas. Y no reparan, faltaría más, en crear un tapiz lúgrube en todas las actuaciones de los socialistas, vengan o no a cuento sus razonamientos.

El presidente de Castilla-La Mancha deja sin empleo a toda la juventud de la región, y además se agrega que el sector agrario «ha sido especialmente machacado por Barreda, que anula el futuro en los amplios de nuestra geografía».

Y como no podía ser de otra forma, después de tantas exageraciones, el dirigente de Nuevas Generaciones termina agregando que la esperanza llegará de la mano de María Dolores de Cospedalcuando se alce con el triunfo en Castilla-La Mancha, porque un fracaso es impensable, dada la personalidad y categoría de la candidata.

Como sentenció Maurice Talleyrand-Périgor: «Todo lo que exagerado es insignificante».