El «sheriff de Olot» tenía 30.000 euros cuando cometió el cuádruple homicidio

El móvil del cuádruple homicidio de Olot (Gerona) no fue económico. Al menos así se desprende de la documentación solicitada al banco por la acusación particular. En base a los citados informes, hechos públicos ayer, Pere Puig, el asesino confeso del dueño e hijo de la constructora Tubert y otras dos personas de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) de la capital de la Garrotxa, no sólo no estaba arruinado cuando cometió los asesinatos, el pasado 15 de diciembre, sino que poseía unos 30.000 euros en el banco a plazo fijo.

Una de las cuentas vencía el 4 de enero y la otra el próximo 31 de agosto. En ninguna de ellas, en las que tenía 6.000 y 24.000 euros, respectivamente, ni tampoco una tercera en la que sólo había ingresado seis euros, son de la CAM, entidad en la que trabajaban dos de las víctimas, lo que hace aún más incomprensibles los motivos que le condujeron a tan macabra acción. Según ha podido saber ABC, la entidad en la que el asesino tenía depositado su dinero es el BBVA.

El Juzgado de Instrucción número 2, que instruye el caso, ha bloqueado las cuentas, que fueron anuladas por la entidad bancaria el 22 de diciembre como respuesta al requerimiento hecho por el titular del Juzgado de Olot. En esta línea, el abogado de la acusación, Carles Monguilod, ha pedido que ese dinero sea trasladado a la cuenta del juzgado para poder hacer frente a futuras indemnizaciones. En su declaración ante el juez, Puig reconoció los asesinatos y arguyó motivos económicos. Descartado ese móvil, la condición de enfermo psíquico también parece poco probable. El primer examen médico-forense constata que Puig —conocido como el «sheriff de Olot»—no tiene antecedentes psiquiátricos, ni ideas delirantes, ni ningún otro síntoma psicótico.