Ardiente oscuridad

CARTAS AL PADRE JACOB HHH

Dirección: Klaus Härö. País: Finlandia. Año: 2009. Duración: 74 min utos. Género: Drama. Intérpretes: Kaarina Hazard, Heikki Nousiainen.

Igual que hay campeones de la NBA con asterisco (Phil Jackson dixit) y tipos con cara de paréntesis, también el cine desliza de vez en cuando alguna película con diéresis contenida, solemne y nórdica. Nada que ver con otros filmes emperrados en poner todos los puntos sobre las íes y acentuar hasta el más leve rincón presos de un «horror vacui» ortográfico. Pensemos en las perrerías que perpetraría el pérfido Hollywood con una historia como la que extiende de par en par «Cartas al padre Jacob»: una mujer ruda y sin mucha pinta de coleccionar bandas de «miss Simpatía» sale por la puerta pequeña de la cárcel tras cumplir una docena de años de condena por homicidio. Como penitencia-reinserción tiene que ayudar a un anciano cura rural ciego a leer y contestar su nutrida correspondencia, así que el choque de tranvías culturales y emocionales está más que servido.

Afortunadamente, el director Klaus Härö (¿qué les decíamos de las diéresis?) no es de Oklahoma sino de Porvoo, un pueblecito finlandés con una pinta de medieval y luterano que tira de espaldas. Y como buen discípulo (al menos espiritual) de Kaurismäki, aplica una economía de medios ministerial para podar todo adorno y hojarasca innecesarios y dejar su filme en unos escasos 74 minutos, gloria bendita ante tanto sobrepeso que luce sus lorzas sin vergüenza por la cartelera. Tampoco recarga las tintas en plan tour de force entre sus dos magníficos protagonistas, sino que, con sutileza encomiable, cede la manija a un tercer personaje, un paranoico cartero cuyo concurso en la historia es más clave de lo que parece. Valiosa por lo que calla y sugiere más que por lo que muestra (aunque no faltan escenas dramáticas y hasta trágicas), el filme logra que nos zumbe la conciencia con el temario planteado (soledad, desamparo, demencia, anemia de cariño, incomunicación, perdón...) y logra que, pasados los días, sigamos dándole vueltas y buscándole las grietas. A ver quién es el guapo que lo logra en los USA.