Suscribete a
ABC Premium

Maram al-Mari: «Mi primera revuelta fue enamorarme de un cristiano»

Nació en Siria de donde huyó tras un divorcio y es una de las mujeres más importantes de la poesía árabe de nuestro tiempo

JUAN PEDRO QUIÑONERO

transcrito por JUAN PEDRO QUIÑONERO

Nací en Siria, en Latakia, junto al Mediterráneo. Soy el fruto de todos los mestizajes que se cruzan en ese puerto. Crecí en el seno de una familia musulmana que respetaba los valores tradicionales. Pero pronto pude ir a Damasco a estudiar Arte, Lengua y Literatura inglesa. Allí consumé mi primera revuelta. Me enamoré de otro adolescente, un joven, como yo, pero cristiano. Nuestro amor fue una afrenta para nuestras familias. Pagué muy caro aquel amor. Me repudiaron, nos repudiaron. El amor entre una musulmana y un cristiano les parecía imposible.

Intenté evitar una ruptura mayor. Y me casé con un musulmán. No lo amaba con pasión. Pero pensé que el amor terminaría viniendo, cuando naciese un hijo. Me equivoqué. El amor no llegó. Y decidí romper: me horrorizaba la idea de una vida atada a un hombre al que no conseguí amar definitivamente. Fue mi segunda ruptura.

Decidí separarme, divorciarme. En Siria, era muy difícil y arriesgado tomar decisiones de ese tipo. En verdad, aquella ruptura me liberaba, pero también me condenaba al exilio, el destierro. Decidí huir. No había otro camino. Y me instalé en Francia, como pude. Mi ex marido se quedó con mi hijo. Y me impidió verlo durante trece largos años de separación.

Mi obra literaria nació entre todas esas encrucijadas y rupturas. Mis primeros poemas adolescentes quizá estaban ya muy marcados por el Mediterráneo, por la situación muy dura para una mujer que deseaba ser libre y soñaba con otros mundos. Ya en Francia, mi obra comenzó a enriquecerse con nuevas experiencias y la perspectiva de una desterrada que debía trabajar mucho para seguir adelante. No tenía dinero, no tenía trabajo, hacía lo que podía para salir adelante. Hasta que conocí a un francés con quién decidí casarme. Comenzó una nueva vida.

Mi matrimonio francés terminó fracasando cuando mi obra literaria comenzaba a tener cierta repercusión en los países árabes, en varios países europeos —Italia, Reino Unido—. Incluso en España han traducido algunas de mis cosas.

Mi libro «El retorno de Wallada» es una elegía en recuerdo de una princesa cordobesa, musulmana, autora de poemas muy bellos, Wallada bint al-Mustakfi —poetisa andalusí—, hija de Muhammad al-Mustakfi, uno de los efímeros califas de Córdoba y de la esclava cristiana Amin'am. Los integristas criticaban su libertad, sus poemas de amor. La gran pasión de su vida fue el poeta Ibn Zaydún. Ibn Hazm, el autor de «El collar de la paloma», fue un gran admirador.

Para mí, Wallada es un modelo, un arquetipo y un personaje muy actual. Cuando muchas mujeres musulmanas se sienten atraídas por el oscurantismo de una cierta tradición integrista, me pareció que era muy urgente hablar del «retorno» de Wallada, ya que ella, la poeta andalusí, sigue siendo un arquetipo de libertad, conquistada a través de la palabra, a través de las gracias de la poesía y el amor.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación