No han podido elegir los socialistas, la Fundación Ideas, de Jesús Caldera, peor semana para irse a Nueva York a definir las ideas progresistas frente a lo que ellos llaman «las políticas del miedo» de los conservadores. Justamente en la semana en que los socialistas lideran en España la política de mano dura contra los controladores e intentan explicar a la derecha que las medidas duras y represivas son necesarias para resolver determinados problemas.
Y es que este viejo eslogan izquierdista de las políticas del miedo de la derecha está diseñado precisamente para cuestionar las políticas duras en cualquier materia. Sea el recorte de gastos del Estado frente a la crisis económica, sean las respuestas policiales y militares a los ataques terroristas, o sean las imposiciones del Estado frente a los más diversos conflictos sociales como éste de los controladores.
Pero he aquí que los socialistas se encuentran inmersos en la aplicación en España de lo que descalifican como políticas del miedo. En algunos casos, como el de los controladores, incluso con pasión y entusiasmo, quizá por desconocimiento de las enseñanzas de la Fundación Ideas. En otros, la crisis económica, por exigencias de la dichosa realidad, además de por presiones de los organismos internacionales. Y en otros, la respuesta militar al terrorismo en Afganistán, no se sabe muy bien por qué, tal vez porque Zapatero quería hacer cualquier cosa por Obama, tal como confirman los papeles de Wikileaks, incluso poner en acción lo que su Fundación califica como políticas del miedo.
En un contexto ideológico tan confuso y en una semana tan inconveniente, es comprensible que Jesús Caldera rematara las contradicciones socialistas con una alerta «sobre la catástrofe climática que se avecina». Él, que se había ido a Nueva York a combatir el miedo y la «narrativa negativa» de los conservadores.
