Retrato del fracaso escolar
INFORME PISA 2009
Es el porcentaje de alumnos que fracasa en nuestro sistema educativo, una cifra que en paĂses situados en la cĂşspide del PISA, como Finlandia, roza el 5%
La tercera parte de los 25.000 alumnos españoles examinados son repetidores, un lastre que repercute mucho en la media general española
Corea del Sur ha obtenido los mejores resultados en el Informe Pisa 2009 y otros paĂses asiáticos se han colocado en los primeros lugares. Ha dado la sorpresa y ha desbancado a Filandia, que tradicionalmente copaba el primer puesto y se mantenĂa como modelo a seguir. Además, la ciudad china de Shanghai, «asociada» de la OCDE que aparecĂa por primera vez en el estudio, lidera la clasificaciĂłn de las tres disciplinas. SegĂşn la OCDE, el sistema educativo coreano apuesta por la excelencia y Corea es uno de los paĂses en los que los estudiantes más trabajan fuera de clase. Dos de cada tres alumnos coreanos acuden a clases de refuerzo. «Un estudiante coreano trabaja 10 horas al dĂa».
LUCIA DORRONSORO
MADRID
Sin motivaciĂłn ninguna, ni expectativas de futuro. Aunque es difĂcil trazar un perfil del alumno que repite curso, estas serĂan sus dos principales caracterĂsticas. A ellas se suman la falta de apoyos familiares, las dificultades comunicativas con los profesores y su entorno o los problemas derivados de la inmigraciĂłn, tal y como desgranĂł ayer el secretario de Estado de EducaciĂłn y FormaciĂłn Profesional, Mario Bedera, durante la presentaciĂłn del informe PISA 2009.
En lĂneas generales, el porcentaje de alumnos varones que se estacan en nuestro colapsado sistema educativo para convertirse en repetidores es mayor que el de alumnas. Y son tambiĂ©n ellas las que mejores puestos ocupan en esa reducida Ă©lite instalada en la cĂşspide de la pirámide educacional dibujada por el PISA, y que sĂłlo alcanzan el 3% de los alumnos españoles.
Al preguntar quĂ© repercusiĂłn tiene el nĂşmero de alumnos inmigrantes —se ha pasado del 2 al 8% entre 2000 y 2009— en ese alarmante 36% de fracaso escolar que arrastra la educaciĂłn española, el director del Instituto Nacional de EvaluaciĂłn, Enrique Roca, aclara que «el aprendizaje del idioma no es un factor tan significativo en estos casos como podrĂa esperarse». «Hay alumnos procedentes de paĂses como China, que llevan carios años incorporados a nuestro sistema educativo y que obtienen un buen nivel en comprensiĂłn lectora», piedra angular sobre la que se levanta el actual informe PISA.
Uno de cada tres
SegĂşn fuentes del Ministerio de EducaciĂłn, más de las tercera parte de los 25.000 jĂłvenes españoles de 15 años que han sido examinados estaban repitiendo curso —el 10% en segundo de la ESO y el 26% en tercero—. una circunstancia que si bien se considera algo «habitual» entre los españoles, es bastante excepcional en otros paĂses que se veneran como el Dorado en materia educativa: Finlandia contabiliza sĂłlo un 5% de alumnos repetidores.
De hecho, los jĂłvenes españoles que no han repetido curso y se encuentran en 4Âş de la ESO —el curso que corresponde teĂłricamente a los 15 años— superan con 518 puntos el promedio de la OCDE en comprensiĂłn lectora, resultado similar al que obtienen Canadá, JapĂłn, los PaĂses Bajos, Alemania o Reino Unido, paĂses todos ellos que, sin alcanzar el techo finlandĂ©s, se sitĂşan en el grupo de los llamados «nucleares» dentro del PISA.
Es al tirar del pesado lastre de los repetidores, explicó ayer Bedera, cuando España cae hasta los 482 puntos de promedio por debajo de la media de la OCDE, un dato con el que apenas rozamos el aprobado ramplón y nos acomodamos en un mediocre estancamiento que dura ya casi una década.
Sin embargo, y sin pretender obviar «un tema tabĂş que debe plantearse seriamente» toda la comunidad educativa, el secretario de Estado quiso destacar que somos prácticamente el Ăşnico paĂs del PISA en el que se recoge especĂficamente el fracaso escolar y el Ăşnico en el que los alumnos con un bajo nivel de rendimiento se encuentran «atados de manos» para cursar otros estudios al no obtener una titulaciĂłn al finalizar la ESO. «Tenemos el sistema más exigente de Europa, no es ningĂşn coladero. En España, cuando un chaval no termina de cursar la ESO, sĂłlo obtiene el tĂtulo de Primaria: es decir, todo o nada», considerĂł. «Si un alumno deja de estudiar a los 16 años —continuĂł Bedera—, deberĂa poder certificar de alguna forma que ha estado adquiriendo conocimientos hasta esa edad. Un chaval francĂ©s en condiciones idĂ©nticas puede demostrar que cuenta con una serie de competencias adquiridas entre los 12 y los 16 años, aunque no tenga la EducaciĂłn Obligatoria».
La edad crĂtica a la que pueden detectarse los primeros indicios de fracaso escolar es a los nueve años, momento en el que un alumno tiene que tener la suficiente comprensiĂłn lectora para aprender sin problemas otros conocimientos. Se hace hincapiĂ© en la capacidad lectora porque sin entender lo que se lee es imposible, por ejemplo, resolver un problema matemático.
Por Ăşltimo, un dato muy revelador: el nĂşmero de libros en casa, la biblioteca familiar, marca más de 80 puntos de diferencia entre los alumnos de un mismo paĂs.
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