Crema de cacahuetes contra los mapaches
La presencia de mapaches en ecosistemas españoles es ya un problema ecológico. En Madrid tratan de controlar su población capturándolos
Como a muchos norteamericanos, a los mapaches les gusta la crema de cacahuetes. Es una de las cosas que han aprendido en los últimos años sobre estos animales los técnicos de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid. En su afán por contener el número de ejemplares de esta especie exótica invasora, cuya colonia supone ya un grave problema ecológico, los trabajadores del Parque Regional del Sureste se han tenido que familiarizar con los hábitos de una especie foránea hasta hace bien poco desconocida en España. El objetivo es capturar a estos peludos intrusos, y para eso primero hay que conocerlos.
Ahora, se sabe que a estos mamíferos omnívoros, además de la «peanut cream» típica de la América septentrional de la que proceden, les pirran los huevos duros, las sardinas o las nubes de golosina. Son estos los alimentos con los que se hacen los cebos para que los mapaches caigan en la trampa.
Pero la cosa no resulta nada sencilla. El mapache es un bicho listo. Francisco Javier Herrero , jefe de servicio de Espacios Naturales Protegidos de la Comunidad de Madrid, cuenta que «los primeros que capturábamos conseguían abrir las jaulas y escapar. Tienen mucha habilidad con las manos». Hubo que terminar recurriendo a procedimientos cada vez más sofisticados que aseguraran la captura. Herrero también explica que se persigue erradicar al mapache, o al menos contener su población, porque «depreda muchas especies autóctonas y además es un competidor para animales asentados en el parque, como la nutria, que pueden verse privados de su alimento».
Cruel abandono
El mapache, quebradero de cabeza ahora, no llegó por sí solo hasta la Comunidad de Madrid. Ha sido la venta como mascota de este mamífero de tamaño medio lo que ha llevado a que muchos de quienes los adquirieron terminaran por soltarlos en el campo después de comprobar que un mapache adulto en casa es una cosa bien problemática. Esos ejemplares liberados sin control con el tiempo se relacionaron, se reprodujeron y hoy forman una colonia de alarmantes proporciones.
Para Loreto García Román , bióloga del Parque del Suereste, este proceder solo merece un calificativo: «Es cruel, porque a animales que han sido criados en cautividad, dejarles ya adultos en libertad es asegurarles sufrimiento. La gente tiene que tener claro que mascotas son los perros o los gatos, no los mapaches».
Los ejemplares que captura el equipo dirigido por Herrero son enviados al Centro de Recuperación de Fauna que la Comunidad tiene en el Soto de Viñuelas. Allí se conservan a la espera de que se solicite alguna donación por parte de algún zoológico o algún particular. Sin embargo, no son pocos los que finalmente tienen que ser sacrificados. «Si llega algún ejemplar de alguna especie protegida no puede quedarse sin atender porque haya que cuidar a los mapaches», explica el personal de Medio Ambiente.
Juan Urbano , subdirector general de Espacios Protegidos de la Comunidad de Madrid,lleva la cuenta del número de mapaches capturados, un número que va en aumento desde 2003, cuando comenzó a detectarse el fenómeno de las sueltas incontroladas. Según sus cálculos, en 2007 se capturaron 20 mapaches. El año siguiente fueron 26. En 2009, se atraparon 30. «Estos datos pueden significar dos cosas: o que ahora somos más eficaces en la captura o que la colonia es cada vez más numerosa, lo que sería más preocupante». Urbano dice que no es el entorno natural de la Comunidad de Madrid el único que sufre el problema de la intrusión del mapache. «Hemos constatado que ocurre también en otras comunidades autónomas».
Peligros para la salud
El mapache es un simpático animal, pero, aunque sean centenares las páginas de internet en las que se ponen a la venta, su presencia incontrolada en entornos que le son ajenos puede tener consecuencias sobre el equlibrio de los ecosistemas e incluso sobre la salud de las personas. La bióloga García Román enumera algunos de ellos. «Transmiten un parásito conocido como lombriz redonda del mapache. Sus huevos son microscópicos y la ingesta accidental puede producir en humanos daños neurológicos, encefalitis o incluso la muerte». Lo mejor será pensárselo antes de hacerse con un animal de estos. Es muy bonito, pero no es una mascota. Es un animal salvaje.
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