En 1950,
Sacha Guitry, uno de los pilares fundamentales del teatro francés de la primera mitad del siglo XX, escribió una obra teatral, “Beaumarchais”, en la que recogía la biografía del dramaturgo, autor de “Las bodas de Fígaro” y “El barbero de Sevilla” (ambas universalizadas en sus óperas por Mozart y Rossini, respectivamente). Guitry, actor, director y empresario teatral, se encontraba ya enfermo por aquel entonces (murió en 1957), y tenía entre manos dos importantes proyectos cinematográficos. La comedia, con sesenta y ocho personajes, quedó en el cajón. Años después,
Josep Maria Flotats tuvo la ocasión de leer el texto, y quedó fascinado con él. Estuvo en la lista de proyectos futuros en su etapa al frente del Teatre Nacional de Catalunya (“sólo puede abordar su montaje un teatro público”, dice Flotats), y sólo cuando Mario Gas, director del Teatro Español, le pidió que dirigiera en este escenario alguna producción, volvió sobre el texto de Guitry.
Flotats ha dicho, en la presentación de la producción, que se estrena mañana martes 30 en el Español, que “nunca he interpretado a Guitry, pero lo llevo en los genes de mi educación teatral; Pierre Lefèvre, mi maestro, era un gran admirador suyo, lo mismo que Laurence Oliver, y siempre le ponía como ejemplo de hombre total de teatro”.
Doble homenaje
El director y actor catalán ha querido con esta puesta en escena realizar un doble homenaje: por una parte, al teatro; por otra, al propio Guitry. Por eso ha envuelto la obra en otra obra, como si fueran las matrioshkas rusas. “Guitry no pudo nunca estrenar su “Beaumarchais”, y pensé que sería un juego de teatro bello hacer en nuestro montaje que sea la compañía de Guitry la que pone en pie el texto”. Flotats, por tanto, dirige la función y además interpreta a Guitry que, a su vez, interpreta a Beaumarchais; un hombre con una vida fascinante, dice Flotats: fue dramaturgo, pero también espadachín, aventurero, se casó varias veces, fue espía del Rey Luis XV de Francia, llegó a poseer una flota de cuarenta barcos, fue decisivo en el apoyo francés a la independencia de Estados Unidos, creó la Sociedad de autores franceses, en contra de los cómicos… Así, Flotats completa de alguna manera el deseo de Guitry de rendir homenaje a Beaumarchais. “Él propuso poco antes de morir –relata Flotats- un reparto ideal de la obra, con varios de los nombres más importantes de la escena y el cine francés de la época. Pero dejó vació el nombre de Beaumarchais, lo que quiere decir sin duda que él quería interpretar a ese personaje”.
La obra narra la vida de Beaumarchais con el estilo siempre elegante de Guitry. “Era un enamorado del siglo XVIII francés –añade Flotats-, y sus textos son refinados, inteligentes, cultos, ingeniosos, agudos… Y todo eso está en la traducción que ha hecho Mauro Armiño”. Éste, por su parte, dice del texto que posee un “lenguaje sencillo, pero empastado en la cultura del siglo XVIII; no hay simplezas, está lleno de doble sentido y de ironía”.
Tres nombres fundamentales en la escena europea de las últimas décadas acompañan a Flotats: El escenógrafo Ezio Frigerio, la diseñadora de vestuario Franca Squarciapino y el iluminador Vinicio Cheli. Con ellos ha creado un espectáculo sobre el que no quiere revelar muchos detalles. “Gracias a la técnica podemos saltar en el tiempo de una manera muy novedosa”, asegura Flotats.
El reparto
Treinta y dos actores, que interpretan a los sesenta y ocho personajes que aparecen en la obra, componen el reparto de esta producción. “He tenido la suerte –dice Flotats- de que los actores en quienes pensé en un principio estaban libres y han querido trabajar conmigo”. Entre ellos figuran María Adánez (que interpreta a la actriz Marion Ménard, amante de Beaumarchais, y a una dama joven de la compañía de Guitry), Raúl Arévalo (El Caballero d’Éon y El marqués de La Fayette), Ramón Barea (El Rey Luis XV, un gentilhombre y el académico Gombaud), Pedro Casablanc (Gudin de La Brenellerie y el académico Colletet), Carmen Conesa (Marie-Thérèse Willermaulaz y Señora Guitry), Ana Goya (La señora Campan y la sastra de Sacha Guitry) y Constantino Romero (Benjamin Franklin y Campistron, presidente de la Académie Française).
La obra permanecerá en el
Teatro Español hasta el 23 de enero, y viajará después al teatro Arriaga de Bilbao, donde se podrá ver del 4 al 13 de febrero.