Zapatero aceptará cerrar el cuartel general de la OTAN de Retamares
El secretario general visitó Moncloa en septiembre y no encontró oposición alguna
La cumbre de la Alianza Atlántica que se celebra hoy y mañana en Lisboa recibirá el informe solicitado a un grupo de altos funcionarios sobre la reforma de la actual estructura de mando de la OTAN. Esta reforma, cuyo objetivo es el ahorro de costes y la adaptación de la estrategia a las nuevas amenazas, se puso en marcha en febrero de 2010.
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Dado que la mayoría de los países que integran la Alianza tienen en su territorio instalaciones de la OTAN, y lo raro es que alguien esté dispuesto a deshacerse de ellas, se instruyó al grupo de altos funcionarios para que propusiera una reforma de la estructura de mando en la que no se mencione la localización de las instalaciones de la Alianza que pueden ser suprimidas. La idea es que una vez se discuta hoy y mañana en Lisboa la nueva estructura entre los jefes de Estado y de Gobierno participantes, se transfiera la decisión de la aplicación de los nuevos criterios a la primera reunión de los ministros de Defensa de la Alianza que se celebre el próximo año.
Ninguna de las opciones
Pero, según ha podido saber ABC de fuente conocedora del contenido del informe, la clave para entender cómo afecta a España el documento que se aprobará en Lisboa es que contiene recomendaciones muy concretas. Y aunque se podría argüir que no cierra la puerta a nadie pues no se menciona a ningún cuartel general en particular, y que se negociará a quién se aplica la nueva doctrina, la dura realidad es que en ninguna de las opciones que mantienen abiertas en el informe del grupo de altos funcionarios podría darse la continuidad del cuartel general de Retamares.
El pasado 9 de septiembre, el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, recibía en Madrid al secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen. Igualmente se vio con la ministra de Defensa, Carme Chacón. Fuentes conocedoras de lo tratado en ambas reuniones confirman a ABC que ni el presidente ni la titular de Defensa pusieron objeción alguna a la posibilidad de que España pierda el cuartel general de Retamares. Y ello en un momento en el que los cuarteles que sobrevivan a esta reestructuración tendrán un valor muy superior al haber, a partir de ahora, menos cuarteles generales.
Si Zapatero no cambia de opinión de cara a la reunión de hoy, o no hay otro país que se oponga a la propuesta del grupo de altos funcionarios que el secretario general de la OTAN hace suya al presentarla, la cumbre de Lisboa implicará el cierre de Retamares.
A Holanda o Italia
En Retamares tiene su sede el cuartel general del mando de la Fuerza Aliada en Madrid (IV Command), dependiente del mando conjunto de Nápoles. En la actualidad proporciona la capacidad de despliegue a la estructura de mandos. Se supone que estas funciones, imprescindibles, serán reubicadas en Brusum (Holanda) o en Nápoles.
Una vez perdido un cuartel general, las posibilidades de conseguir otro disminuyen. Y ya fue difícil para el Gobierno Aznar conseguir la designación de Retamares en 1997. Tanto el Gobierno británico como el portugués pusieron todas las cortapisas que les fue posible. La iniciativa de José María Aznar, respaldada por el secretario general de la Alianza, Javier Solana, logró que se impusiera la tesis española y Retamares fuese inaugurado en 1999. Se visualizaba así el pacto de los dos grandes partidos nacionales para garantizar la plena normalización de la relación española con la OTAN.
No hay en territorio español ninguna otra instalación que pertenezca y sea sufragada con cargo al presupuesto de la OTAN. El Gobierno parece querer presentar como alternativa a Retamares el centro «Contra artefactos Explosivos Improvisados» de Hoyo de Manzanares. Pero éste, ni pertenece a la OTAN ni está integrado en sus estructuras de mandos. Y es íntegramente financiado por España.
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