TARJETA DE EMBARQUE
De Curro a Trini
Moratinos ha sido una víctima que a Zapatero no le ha quedado más remedio que entregar
Moratinos ha sido una víctima que a Zapatero no le ha quedado más remedio que entregar. Hace un mes le prometió que seguiría hasta 2012. Para unos, ha sido sacrificado porque había que recompensar la fidelidad de Trinidad Jiménez. Para otros, la caída de De la Vega le ha arrastrado también a él, superviviente del primer gobierno.
La lectura menos benevolente es que Zapatero está cansado de que, cada dos por tres, se le abran frentes en la política exterior, que es algo que no da muchos votos, pero que sí repercute en su imagen.
Esa imagen de debilidad ante a otros países no es achacable sólo a un Moratinos, que, desde luego, no dudó nunca en hacer apuestas arriesgadas. Pero, esas apuestas, si no siempre contaron con el entusiasmo de Zapatero, al menos sí tuvieron su visto bueno.
Moratinos —Curro para sus amigos y compañeros— deja a su sucesora muchos frentes en situación inestable, pero en la hora del adiós, hay que recordar que se retira también con cosas en su activo, como haber salvado la relación con Washington en los años de plomo, haber mantenido la presencia de España en Oriente Próximo y haber fomentado una visión de África más acorde con la creciente presión migratoria.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete