España gana otro Fernando

Fernando Llorente (Pamplona, 1985) estaba de vacaciones en Ibiza cuando el pasado 20 de mayo Vicente del Bosque hizo oficial su lista para Sudáfrica. Se encontraba junto a sus compañeros de equipo para homenajear a Joseba Etxeberria en su adiós al fútbol. «No me lo esperaba, estoy súper feliz», repetía emocionado el delantero rojiblanco mientras recibía felicitaciones y soportaba estoico las bromas del vestuario del Athletic. Su nominación in extremis hizo del «Fernando contra Fernando» la gran cuestión del once titular de España en el Mundial. Con Torres aún convaleciente de su larga lesión, el seleccionador no quiso renunciar al «9» más clásico y convocó a Llorente, el nuevo «chico bonito» del fútbol español con quien la Roja no conoce derrota.

Pese a que le tocó siempre vivir a la sombra del «Guaje» Villa y del no tan «Niño» Torres, Llorente cumplió en Sudáfrica y desatascó la pizarra cuando España más lo necesitó. Su debut en Ciudad del Cabo fue el soñado. No marcó ante Portugal, pero las crónicas del día después le señalaron como el revulsivo perfecto para el pase a cuartos. «Es un jugador especial. Necesitábamos alguien que retuviera el balón y con su salida lo logramos», dijo Del Bosque, quien siempre ha alavado la excepcional entrega y potencia en el juego aéreo del enome delantero del Athletic (1,93).

De los cuatro partidos jugados por España tras el Mundial, Llorente ha «mojado» en tres (contra Argentina, Lituania y Escocia). Figura en Salamanca con un doblete, volvió a reivindicar en Escocia su titularidad con otra diana decisiva, la del triunfo (2-3). Y van siete en 12 partidos con la absoluta. Una eficacia goleadora solo superada por otro Fernando (Morientes), que hará más difícil todavía la elección del «9» a Del Bosque.

Bota de Plata con la sub 20 en el Mundial de 2005, el muchacho luce espléndido mientras Barça y Madrid tocan a la puerta del Athletic. «Es increíble lo bien que me están saliendo las cosas», admite «halagado» por el interés. Preguntado por sus preferencias, Llorente se deja querer: «Pasapalabra». Una entrevista en la hemeroteca de ABC le delata: «De pequeñito, yo era del Barça». Por si acaso, su club remite a su ficha: 35 millones.