Las mafias lanzan desde Orán una decena de pateras cargadas con 200 inmigrantes
En 24 horas han llegado casi el diez por ciento de los irregulares detectados en nueve meses
El Mediterráneo se ha convertido en las últimas horas en el escenario de la mayor avalancha de pateras del año: una decena de embarcaciones, cargadas con más de 200 personas y lanzadas a la vez desde el norte de Argelia con destino a Granada, Málaga, Almería y Murcia; una arribó a una playa de Mallorca, pero se cree que sus ocupantes se desviaron de la ruta seguida en bloque tras una travesía de casi 140 millas.
La mayoría de inmigrantes son argelinos y marroquíes, aunque también hay 55 subsaharianos. Casi todas las pateras salieron de la misma zona de Orán, en Argelia, en una clara estrategia de las mafias, según fuentes de la Guardia Civil. El fin del Ramadán, con la consiguiente relajación de los controles, y la buena mar reinante estos días son la clave de esta oleada, que supone casi el diez por ciento de todos los irregulares llegados por mar a España en lo que va de año.
Hasta el 29 de septiembre, la Guardia Civil había interceptado 196 embarcaciones en nuestras costas con 2.392 inmigrantes a bordo, según datos a los que ha tenido acceso ABC, lo que supone una drástica disminución de las cifras de años anteriores. La ampliación del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), unido a la intensificación de controles en el sur de España con la operación Indalo, ha provocado que las mafias que trafican con personas hayan optado por enviar las barcazas en grupo en un intento de que alguna se cuele gracias al efecto avalancha, explican fuentes del Instituto Armado.
A esta estrategia responden las cuatro grandes oleadas del verano (entre el 1 y el 3 de junio); a mediados de julio, a mitad de agosto y la de ayer. «Marruecos está impidiendo la salida de subsaharianos, pese a la crisis de Melilla, al contrario que Argelia, con nacionales suyos y con marroquíes, de ahí que el Gobierno se esté planteando llegar a acuerdos de cooperación similares a los que existen con Rabat», apuntan fuentes de Interior. La traducción es que alguien parece necesitar más fondos para cerrar el grifo de sus costas.
Bebés, niños y mujeres
Es cierto que el control de pateras desde Marruecos está funcionando, aunque el incremento de entradas en Melilla por mar durante el último mes —se han triplicado— desde el vecino Beni-Enzar desmienta en parte este «idilio» entre países o más bien entre Gobiernos.
El relato de la intensísima jornada para la Guardia Civil del mar sobre todo comenzó el jueves a las seis de la tarde cuando Salvamento Marítimo recibió una llamada de auxilio desde una lancha neumática que se dirigía a la costa de Granada. Se cree que es la única que había partido de las costas marroquíes, aunque aún no está claro. Cincuenta y cinco subsaharianos fueron rescatados y trasladados al puerto de Motril entre ellos seis mujeres, una niña y un bebé, en aparente buen estado, aunque el pequeño tuvo que ser hospitalizado durante unas horas. A partir de ahí y antes de la media noche ya habían llegado otras tres pateras a Almería, cerca de Cabo de Gata con 59 inmigrantes —había otro bebé y dos mujeres—. Casi a las mismas horas las imágenes se repetían en las costa de Murcia adonde arribaron cuatro barcazas con 58 argelinos. Ayer por la mañana llegó una nueva patera a Almería, con 14 personas, y otra a Cala de Pi (Mallorca), que fue semihundida por sus ocupantes tras colársele al SIVE. La Guardia Civil cree que partió de la zona de Dellys en Argelia junto al resto de la expedición, pero se desorientó de la ruta común. Los agentes detuvieron en tierra a 14 argelinos. En Nerja se interceptó a otros seis inmigrantes tras encontrar una lancha abandonada y se espera que no sea la última.
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