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Sinfonía de piedra y bytes

Las visitas al Pórtico de la Gloria, joya del románico peninsular, se desdoblan con las posibilidades de visionado virtual

F. B.

manolo do río

La obra maestra del Maestro Mateo que corona las entradas al templo del Apóstol siempre está de actualidad. Sin embargo, en estos procelosos días del verano jacobeo, su notoriedad alcanza cotas mayores, cifradas en la dupla novedad de la próxima visita papal (y para regalarle los ojos a su Santidad, el andamiaje de la restauración que lleva un año tapando el Pórtico a los deseantes ojos de los peregrinos, y permitiendo visitas guiadas y miradas en primer plano, va a ser retirado en breve) y en la transmigración de las piedras al espacio virtual, a través de un proyecto de la fundación Barrié de la Maza que permite seguir, en la cripta catedralicia, los detalles, pliegues y curvas sinuosas del afamado monumento.

La mirada restauradora

Y es que los encantos y atracciones no son cosa nueva; por el contrario, mantienen una tradición que ya lleva cerca de un milenio en funcionamiento, al menos desde el brumoso año de la encarnación de 1188 en el que (segundo inscripción en el dintel del pórtico), la fachada quedó acabada. La conclusión del conjunto, de todas maneras, aún había de prolongarse algo más en el tiempo, hasta el año 1211 en que se consagró el templo con la presencia del rey Alfonso IX de León, el último monarca independiente y exclusivo del reino que, desde el mandato de su hijo, pasaría a fusionarse de modo irrompible con el reino castellano.

Poco pudieron los romeros de estos meses disfrutar, por lo tanto, de la sonada estructura arquitectónica del pórtico, consistente en la tres plantas superpuestas de la cripta (que simboliza el mundo terrenal), el pórtico propiamente dicho (que constituía la puerta de entrada occidental a la catedral y que permaneció abierto al exterior durante la Edad Media y en el que se representaba a la Jerusalén Celeste), y de la tribuna (que por medio de rosetones posibilitaba que estuviera iluminada todo el día, representando la elevación de lo humano a lo divino).

Más difícil era sortear con la mirada los andamios para recorrer visualmente el conjunto escultórico, que pretende ser una representación de la ciudad celeste, utilizando en la iconografía diferentes símbolos tomados del Apocalipsis de San Juan y de otros textos del Antiguo Testamento, y del que otras teorías (como la del profesor Serafín Moralejo) explican las figuras y su disposición como una representación en piedra del Ordo Prophetarum, una obra teatral de tipo religioso del siglo XII en la que San Agustín convoca a los profetas para loar a Dios y condenar a los judíos y que se tiene escenificado con grande éxito de crítica y público en las naves de la Iglesia-Catedral.

Mas el desgaste de sus figuras, antaño ricamente cromadas de oro, verde, rojo y azul intenso no se resiente tan sólo por el mirar de millones de peregrinos, que si las pudiesen gastar, como diría Rilke, hace tiempo que habría borrado las piezas de granito compostelano. En auxilio de miradas y contra el paso del tiempo tienen intervenido en el pasado medidas restauradoras: así, la policromía fue retocada por Crispin de Evelino en 1651, que recibió 130 ducados «por pintar e encarnar os brazos, pés e mans das figuras que están na portada principal» y de cuyas pinturas aún se conservan trazos en los rostros y vestimentas de algunas figuras. Por el contrario, también se confabulan en su contra las inclemencias y exposiciones exteriores, y después las zarpas de los obreros que tuvo a su cargo el italiano Domingo Brucciani, encargado por el Gobierno inglés, en 1866, para hacer un vaciado de tamaño del original, que en yeso se exhibe en el Museo Albert and Victoria de South Kensington. Parte de la policromía original quedó adherida al molde de yeso.

Contra estos estragos adelanta trabajo, pasito a pasito, la actual labor de restauración, que todos deseamos ver concluida cuanto antes, para volver a disfrutar en todo su esplendor de las pétreas melodías del Románico y de Mateo.

Románico en bits

Y es que mientras la obras sigan en curso, el mayor premio de consolación para el público será el acceso al programa de visitas virtuales del Pórtico que, mediante la tecnología reconstructiva en tres dimensiones, le da nuevos ánimos y visionados al conjunto escultórico diseñado por el Maestro Mateo. En este proyecto que, como decimos, tiene detrás a la Fundación Barrié, disfrutaremos de visitadas guiadas y gratuitas, que tienen lugar en los fondos de la cripta, irónicamente la sustentante ahora del simulacro del Pórtico de la Gloria, al tiempo que sigue a sustentar en su compleja gramática de bóveda, fusta y capitel a las piedras reales, demasiado reales, de la obra.

En el espacio reservado contaremos con una presentación de todo el Pórtico en 3D, de 20 minutos de duración que pretende ofrecer a los visitantes una experiencia cercana a la de los constructores, realizando un viaje a vuelo de pájaro a través de esta extraordinaria obra en la que se irán explicando sus enigmas iconográficos. En definitiva, se trata de fornecer una otra y nueva mirada a lo viejo desde las posibilidades y tecnologías de lo nuevo.

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