Bolsos con 100 años de historia

Piel de cocodrilo, de box o de serpiente. Bolsos de la década de los cuarenta, de los cincuenta o de los sesenta. Glamour por las cuatro esquinas y una marca: Loewe. Esta firma presentó ayer una exposición en su histórica tienda de Gran Vía, que recoge los modelos de referencia de los últimos cien años. Además, se aprovechó para inaugurar una nueva sala donde, a partir de hoy, habrá distintas muestras (la próxima será «Seda en Loewe»). La actual, se podrá visitar de forma gratuita hasta el 12 de octubre. A partir de ese momento viajará a Tokio y Pekín.

Alberto Ruiz-Gallardón fue uno de los invitados. El alcalde elogió la labor que ha llevado a cabo Loewe, potenciando la marca «Madrid» por todo el mundo —Loewe lleva desde hace años el apellido de la ciudad—, principalmente en Asia, donde esta firma es muy fuerte. Además, aseguró que parte del atractivo de la ciudad depende de la excelencia del comercio «donde Loewe puede escribir su nombre con letras de oro», señaló.

Esta exposición se enmarca dentro de las actividades por el centenario de la Gran Vía. La tienda ubicada en esta arteria madrileña es la más antigua de las conservadas por Loewe, por lo que la firma se ha querido unir así a la celebración: una muestra con 75 piezas, que conmemoran toda la historia de la marca. La emblemática tienda llegó a la Gran Vía en el año 1935 y, aunque ahora también está ubicada en Serrano, el escaparate de la primera sigue siendo un gran atractivo para la calle.

Ruiz-Gallardón explicó que «Loewe es un exponente de modernidad, porque ha aguantado en el mercado más de cien años, y eso sólo se consigue siendo vanguardista». Mientras, Enrique Loewe, presidente de la Fundación Loewe, resaltó que el secreto para mantenerse joven a pesar de los años es seguir una línea común, que en este caso es la artesanía. Por este motivo, durante toda la presentación, un artesano se encargó de mostrar a los asistentes cómo se elabora un bolso, en este caso el Amazonas, el más representativo de la firma.

Este es, precisamente, el objetivo de la exposición: mostrar el trabajo artesanal que ha acompañado a la marca durante sus años de existencia. Enrique Loewe destacó este valor, recalcando que si la marca tiene tanto prestigio actualmente es porque sus piezas se confeccionan artesanalmente, tal y como se hacía en los inicios de la marca.

En la exposición se podrán observar los distintos hábitos de moda durante los últimos cien años. Desde las míticas maletas en beis con los contornos marrones a los bolsos en charol y de colores vivos de los sesenta. También hay piezas históricas, como un tarjetero que regalaron las infantas Beatriz y Cristina al príncipe Jaime allá por el año 1930. Y es que esta firma llegó a ser Proveedora de la Casa Real en 1906.

Elisa Montague, la Consejera Delegada de Loewe, señaló las ilustres visitas que ha tenido la tienda. Prueba de ello es la réplica del bolso que compró Ava Gardner en 1958 y que también se expone. De esta manera, tal y como explicó Enrique Loewe, esta exposición «es un espacio para pensar en su historia». «Cualquier marca necesita mirar al pasado para seguir al futuro», dijo sobre la muestra, en la que se evidencia que a pesar de los años, el lujo se mantiene.