Expulsados con un billete de avión, 300 euros por adulto y 100 por niño

El primer grupo de 79 gitanos a bordo de un avión rumbo a Bucarest llegó el jueves a su destino, poniendo así en marcha las medidas de seguridad aprobadas por el gobierno de Nicolas Sarkozy, y que consisten en la expulsión de hasta 700 gitanos ilegales en vuelos que parten hoy, mañana y el próximo 26 de agosto desde Francia a Rumanía y Bulgaria.

Los gitanos, entre los que hay mujeres y niños, han llegado al aeropuerto en dos autocares, escoltados por la policía. Allí se han registrado en un vuelo regular de la compañía rumana Blue Air.

Según el ministro rumano del Interior, un total de 93 miembros de esta etnia serán repatriados a Rumanía hoy a bordo de dos vuelos regulares. Se trata de la primera operación de este tipo tras el endurecimiento de la política francesa para controlar a esta minoría. De los enviados hoy, 14 han salido desde París y 79 desde Lyon.

Además de la expulsión de 700 gitanos, Francia ha desmantelado 51 campamentos ilegales desde finales de julio.

Quienes salen del país reciben una «ayuda al retorno voluntario» de 300 euros por adulto, 100 por niño y el billete de avión.

La Comisión Europea aseguró ayer estar siguiendo con atención todos los movimientos y procedimientos legales para que sean respetados los derechos de estos ciudadanos europeos.

Por su parte, el gobierno francés insiste en que se trata de deportaciones «voluntarias» de inmigrantes en situación irregular que aceptan irse a sus países. No obstante, las críticas se multiplican ante la ofensiva lanzada por las autoridades contra este colectivo, cuyos campamentos son desmantelados por todo el país.

Fue el propio presidente francés, Nicolas Sarkozy, el que dio la orden al Gobierno de evacuarlos y de destruir la mitad de las instalaciones en las que viven en el plazo de tres meses.