Comienza el bloqueo de camiones en la frontera de Melilla

La cacareada protesta de los activistas marroquíes contra la «racista» Policía española quedó reducida anoche en tierra de nadie a una veintena de alborotadores. Con banderas alauitas y al grito de «No al racismo» protagonizaron un esperpéntico espectáculo a todas luces sin sentido. Hubo el triple de periodistas que de concentrados, escoltados hasta las doce de la noche por seis camiones de áridos parados en la supuesta zona neutral. Nadie sabía muy bien por qué no podían seguir su camino, pero los maestros de ceremonias, los cabecillas de los activistas, no admitían un «no». A las doce de la noche la caravana cruzó la frontera y ya no volverá a hacerlo, si se cumple el anuncio, hasta el domingo.

La última pieza del «show» fue el anuncio de que el viernes y el sábado no podrán entrar las asistentas de hogar que trabajan en la ciudad autónoma. Ellos, los mismos que se lo prohibirán piensan pagarles el sueldo y buscarles «un trabajo digno» y no la «esclavitud» en la que viven ahora. Pues eso, que sigue el «show». Y el sábado, más, pero en el paso fronterizo de Ceuta.

Durante la tarde una sola agente femenina había estado en el puesto de Beni-Enzar, con la cabeza bien alta. A partir de esta noche «el bloqueo será total»: ni áridos, ni fruta ni verdura ni pescado; la convocatoria es de tres días de boicot. Quizá se cumplan o quizá no porque al otro lado de la frontera, los designios cambian de un momento a otro, a veces solo a golpe de un teléfono de Rabat.