BP culmina con éxito el sellado del pozo del golfo de México

Se recrudece la batalla política y económica por las responsabilidades

anna grau

05/08/2010
Actualizado a las 02:44h.

La lucha contra el vertido de crudo en el Golfo de México enarboló ayer dos signos de victoria. Por un lado BP proclamó que había tenido éxito en su operación de sellado estático de la fuga después de ocho horas bombeando lodo desde una plataforma flotante hasta la boca del pozo, a 1,6 km bajo la superficie del mar. Es el penúltimo paso para dejar la pesadilla definitivamente atrás, aseguran en la petrolera. Mientras en la Casa Blanca afirman que tres cuartas partes del vertido ya no están en el mar.

«Ha sido capturado, o quemado, o se ha disuelto: la Madre Naturaleza ha hecho también su parte», aseveró Carol Browner, asesora energética del gobierno Obama. Aunque la noticia sea buena, las cifras no dejan de ser muy malas. Teniendo en cuenta que desde el pasado 20 de abril se han vertido a las aguas del Golfo unos 780 millones de litros de petróleo, con todo el optimismo de la Casa Blanca aún quedarían más de 140 millones de litros por resolver.

A finales de mes debe estar listo un pozo de alivio por el que inyectar cemento en la roca madre

El presidente Obama dijo ayer que la lucha para contener el derrame «está llegando a su fin» y BP cree que lo peor ha pasado después de conseguir el sellado estático del pozo. La petrolera no descarta que el sellado actual sea suficiente para parar indefinidamente el vertido. Pero como nadie quiere arriesgarse a lo contrario, se va a dar una vuelta de tuerca con un verdadero sellado de fondo.

A tal efecto se ha excavado durante meses un pozo alternativo a 5.490 metros de profundidad. La imposibilidad de tenerlo acabado antes ha sido uno de los elementos más estresantes y dramáticos de todo el esfuerzo de contención. Se espera que esté listo a finales de mes. A través suyo se inyectarán lodo y cemento directamente en la roca madre, en el mismo origen del vertido y del pozo, cuatro kilómetros por debajo del fondo marino. Esa será la manera de que no se escape ni una gota más de petróleo.

Pagar la factura

Ahora sólo falta ver quién paga la monstruosa factura. BP se ha gastado una fortuna en las tareas de limpieza —y en daño a su imagen y a la cotización de sus acciones— pero esto podría ser sólo el principio si en el Congreso norteamericano sale adelante la propuesta de los demócratas para imponer una multa ejemplar. Este desastre ha pillado al gobierno y a los legisladores sin los deberes hechos, y teniendo que ponerse a corregir con prisa una normativa anticuada. Todos están de acuerdo en que calamidades como esta tienen que pagarlas las empresas y no los impuestos de los consumidores. Cómo eso se traduce en derechos y deberes ya resulta más vidrioso.

Obama dice que la lucha para contener el derrame «está llegando a su fin»

Los demócratas más encendidos quieren una ley sin límite alguno de responsabilidad para las petroleras: quién la hace, la paga, cueste lo que cueste. Pero la oposición republicana y hasta algunos miembros más moderados del partido en el gobierno advierten de que una norma así disuadirá a una empresa pequeña o mediana de perforar petróleo en el mar. Con lo cual aumentará en la práctica la dependencia de las multinacionales gigantes, varias de ellas extranjeras.

Una opción salomónica que algunos proponen es que las empresas sean responsables hasta un límite de entre 100 y 250 millones de dólares, y que a partir de ahí se haga cargo un seguro pagado a escote entre todas, como los fondos de garantía bancarios. Este seguro podría cubrir hasta los 10.000 millones de dólares y de ahí en adelante la responsabilidad volvería a ser de la compañía causante del accidente.