El parlamento italiano echa atrás la moción de censura a Giacomo Caliendo

La política italiana se va de vacaciones envuelta en la polémica, y con una moción de censura votada entre mucho ruido pero con pocas sorpresas. En la Cámara de Diputados presidida por Gianfranco Fini se votó este miércoles en contra de la moción de censura al subsecretario de Justicia de Berlusconi, Giacomo Caliendo, acusado de pertenecer a una trama cuya finalidad era influir a la magistratura para favorecer al gobierno.

De este modo se saldó con un empate la primera prueba de estabilidad entre Silvio Berlusconi y Gianfranco Fini, que ahora se irán de vacaciones, pero cuyos seguidores protagonizaron este miércoles un triste espectáculo de acusaciones y enfrentamientos que obligaron a Fini a tener que suspender durante unos minutos la sesión.

Los partidos de la oposición votaron a favor de la desconfianza a Caliendo, mientras que el nuevo grupo parlamentario formado por los «finianos» -Futuro y Libertad para Italia- optó por la abstención, decisión duramente criticada por los miembros del Pueblo de la Libertad (Pdl), el partido de Berlusconi. «Caliendo ha sido víctima de acusaciones infundadas», señaló el portavoz del Pdl que pidió un acto de responsabilidad a los «finianos» para que demuestren «su verdadera cara y voten».

«Hemos hecho todos unidos lo que habíamos anunciado, hemos pasado la primera prueba como grupo», sentenció tras la votación Italo Bocchino, recién elegido portavoz en la Cámara de «Futuro y Libertad para Italia». A la posición de los seguidores de Fini se unieron otros partidos de centro, consiguiendo un total de 75 abstenciones, mientras que fueron 229 los votos a favor de la moción de censura, y 299 en contra. Un márgen mínimo que podría demostrar que si los «finianos» se oponen al gobierno, éste puede perder su mayoría. Un hecho del que Berlusconi es consciente, por lo que ayer decidió acudir a la Cámara de Diputados en el momento de la votación, lo que provocó una ovación general de los miembros de su partido que vitorearon su nombre.

Uno de los líderes de la oposición, Antonio Di Pietro, recordó al gobierno que «se ha quedado sin mayoría, ahora tendrá que afrontar las consecuencias», comentó. Mientras que desde el partido democrático invitaron a aprender del actuar de otros países. «Tome ejemplo de ministros como el español de Justicia que dimitió por la polémica generada al irse de caza con un juez de la Audiencia Nacional», señalaron invitando a Caliendo a dimitir «por el bien de la política y del país».

Por su parte el protagonista de esta votación, volvió a subrayar su inocencia a las acusaciones de pertenecer a una asociación secreta, calificada como «masónica» por los investigadores, cuyo fin era interferir en la función de los órganos constitucionales para obtener beneficios económicos y políticos. Pero las acusaciones que pesan en su contra quedaron ayer en un segundo plano, ya que el protagonismo lo adquirió el duelo entre Fini y Berlusconi por el poder en el gobierno.

La política italiana retomará su agenda el próximo 8 de septiembre, tiempo suficiente para que los partidos aclaren sus ideas y regresen al panorama político con menos enfrentamientos y más acciones concretas, como solicita la mayoría de los italianos. Por lo que Fini y Berlusconi tendrán que hacer los deberes durante el verano.