El tripartito subvenciona a dedo el pancatalanismo de Eliseu Climent

La crisis aprieta a los catalanes, pero no a su gobierno. Solo así se entiende que, ahora que quien más quien menos anda a vueltas con recortes presupuestarios y ajustes enonómicos, la Generalitat aprobase ayer un paquete de subvenciones de 1,7 millones para proyectos culturales y lingüísticos de fuera de Cataluña. Se trata de dos ayudas con las que el gobierno catalán quiere dar un empujoncito a la «Escena Catalana Transfronterera», un proyecto que impulsan los ayuntamientos de Perpiñán (Francia) y Salt (Gerona), y a la asociación Acció Cultural del País Valencià (ACPV), entidad dirigida por el editor pancatalanista Eliseu Climent. Lo curioso es que esta última ayuda, 495.000 euros en total a invertir en la «financiación de actividades de fomento de la lengua y la cultura catalana» en la Comunidad Valenciana durante 2010, está excluida de concurrencia pública.

Medio millón en transferencia directa para el catalán en Valencia cuyo visto bueno llega pocas horas después de que la Sindicatura de Cuentas de Cataluña detectase una serie de anomalías, entre ellas las subvenciones directas, en los ejercicios de 2007 y 2008 de la Entidad Autónoma de Difusión Cultural, departamento encargado de subvecionar actividades artísticas y de creación.

Esta nueva inyección económica llega pocos días después de que el Gobierno catalán aprobase dar una subvención de 170.000 euros a Òmnium Cultural, entidad que convocó la marcha del 11-J en contra de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. En su momento, el vicepresidente Josep Lluís Carod-Rovira, justificó la partida asegurando que se trataba de «la confirmación de una ayuda que se otorga regularmente».

En el caso de la ayuda a Acció Cultural del País Valencià, sin embargo, el consejero de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet, se limitó ayer a señalar que «el Gobierno catalán siempre ha tenido claro que la cultura es un

elemento fundamental de las políticas públicas» con una función social relevante. Tampoco es esta la primera vez que Climent se beneficia de la generosidad del Gobierno catalán. De hecho, hace apenas un mes el ejecutivo que dirige José Montilla tuvo que frenar una propuesta del Departamento de Cultura por la que Climent debía recibir ayudas superiores a los cinco millones de euros, mientras que el primer triparitito, el que dirigió Pasqual Maragall, ya concedió cerca de 1,2 millones de euros a entidades vinculadas con Climent. Es más: Acció Cultural del País Valencià (ACPV), asociación de carácter independentista presidida por Climent, fue la principal beneficiada de las subvenciones oficiales otorgadas por el tripartito en 2004 y 2005 a entidades de la Comunidad Valenciana. Y antes de eso, en tiempos de CiU, el gobierno dirigido por Jordi Pujol ya entregó 1,34 millones de euros al semanario nacionalista «El Temps», editado por Climent, en concepto de inserciones de publicidad, suscripciones y subvenciones.

La segunda partida que aprobó el gobierno catalán, dotada con 1,2 millones, se destinará a un proyecto europeo que impulsan los ayuntamientos de Perpiñán (Francia) y Salt (Gerona) y que, según Huguet, demuestran «el cosmpolitismo trasfronterizo» de Cataluña. Esto es: una apuesta por el teatro «como herramienta de integración social» que, además del desarrolo de una programación común de espectáculos, prevé también la financiación de las obras de remodelación de la antigua fábrica Coma Cros de Salt y el Teatro de l'Archipel de Perpiñán.

El Consell Executiu aprobó también subvenciones de carácter cultural de 480.000 euros y 400.000 euros para la decimonovena edición del Festival Temporada Alta de Gerona y Salt y dinamizar y consolidar las actividades del Centre de les Arts Contemporànies de Vic (ACVic) durante 2010 y 2011 , respectivamente.