«Hay diputados que imitan con recochineo a Soraya o De la Vega»
Dos diputadas del Congreso de los Diputados cuentan a ABC todos los secretos

José Bono es un gigante político capaz de volver invisibles a los que están cerca de él. Sólo hay focos y miradas para el presidente del Congreso cuando ocupa la Mesa, ese «altar» parlamentario desde donde se dirigen los debates y los designios de la Cámara. Pero en la Mesa hay vida más allá de Bono... y mucha. A su lado se sientan dos políticas de raza, una diputada por Pontevedra y la otra por Lérida, sin pelos en la lengua y con dos visiones totalmente opuestas sobre casi todo, como se verá. A su derecha se sitúa la vicepresidenta primera, Teresa Cunillera, del PSC, y a su izquierda, la vicepresidenta segunda, Ana Pastor, del PP y ex ministra de Sanidad. Una es políticamente incorrecta y presume de ello (dice con ironía que así precipita su jubilación) y otra es rigurosa y muy leal a Mariano Rajoy. Cunillera es la provocadora, y Pastor, la reflexiva. Ambas dan su visión del año parlamentario en esta entrevista con ABC, mientras comparten almuerzo en un restaurante cercano al Congreso. La tensión, por momentos, se mastica más que la comida.
—¿Qué contestarían a los que dicen que los diputados trabajan poco?
—Teresa Cunillera (TC): Aquí en julio se ha trabajado siempre mucho. Pero hay gente que entiende como trabajo solo la asistencia al Pleno, y el otro trabajo que hacemos no se ve.
—Ana Pastor (AP) : Es verdad que los políticos debemos ser ejemplares, mejor que la media, pero más del 90 por ciento de la actividad no tiene foto ni sale en ningún medio de comunicación. Tenemos que hacer un esfuerzo para que ese trabajo puedan conocerlo los ciudadanos.
—¿Entonces es falso que los diputados trabajen poco?
—TC: Absolutamente.
—AP: Absolutamente.
«Es un gran parlamentario, de esos que tienen cachaza, retranca, algo que se agradece mucho en los discursos»
—TC: Es un colectivo como cualquier otro. Hay gente que trabaja mucho, gente que trabaja poco... Pero la media del diputado es trabajar mucho.
—¿Y a qué se debe la mala imagen de los diputados y de los políticos?
—TC: La razón de fondo es que somos muy hijos de la dictadura. Franco ha marcado la sociedad de manera muy profunda. Hay cosas que van a costar generaciones cambiarlas. Está interiorizado en el sentir colectivo que los políticos son una banda de gamberros y unos vagos.
—AP: Tenemos que hacer un esfuerzo de cercanía a los ciudadanos, desde la proximidad a los problemas y al lenguaje de la gente. En muchos casos hay mucha lejanía.
—¿A quién nombrarían parlamentario del año?
—AP: Por el papel que tenemos en la Mesa somos las menos indicadas para hacer un ranking de nada.
—TC: Yo no soy políticamente correcta. A mí los debates que más me gustan son los del presidente del Gobierno con Mariano Rajoy. En la oposición hay gente que lo hace muy bien. Me gusta mucho la gente que habla sin papeles: Cristóbal Montoro.
—¿Es fan de Montoro?
—TC: ¡Nooo! Hombre, no vaya a enfadarse su señora. Me cae muy bien. Un buen diputado se nota cuando tiene una buena contraparte, y un debate Montoro-Marugán es un gustazo.
—AP: A mí me gusta analizar las réplicas en los debates. Ahí es donde se ve la verdadera talla y la capacidad de un político, si tiene cintura suficiente y lo contundente que puede ser.
—¿Qué le parece Rajoy a Cunillera?
—TC: Es un gran parlamentario. De esos que tienen cachaza, retranca. Se agradece mucho en los discursos.
—¿Y qué le parece Zapatero a Ana Pastor?
—AP: Además de todo eso, Rajoy es brillante y se hace él los discursos. El problema de Zapatero, al que le he seguido desde 1996 cuando estaba en la oposición, no es su disposición o sus dotes como orador. Tiene un problema de contenido y poca coherencia en lo que dice.
«El problema de Zapatero, al que conozco desde 1996, no son sus dotes como orador, sino que tiene poca coherencia en lo que dice»
—TC: No me voy a meter con Rajoy...
—¿Cuál es el debate más difícil que han tenido este año?
—TC: Desde la Mesa todo se ve distinto, con más distancia. No aplaudimos, no hacemos gestos, aunque a veces se nos escapa alguna expresión por lo bajinis. Lo que ya no me parece normal es el insulto.
—Pues se oyen unos cuantos.
—TC: El límite es el insulto. El otro día alguien estuvo permanentemente dándole al ministro Blanco. Le tengo detectado. No es razonable.
—AP: En la Mesa, aunque el corazón lo tienes con los tuyos, ves y observas todo lo que ocurre con distancia. Cuando peor lo paso es cuando termina el presidente Rajoy y no puedo aplaudir. Lo sustituyo siempre por un mensaje. Por cierto, yo he estado en el banco azul y tenía a Teresa detrás, y doy fe de que era muy activa. —TC: Pero nunca insulté a nadie.
—AP: No, eso es verdad. Yo he oído de todo desde la Mesa, pero lo que menos me gusta son los gestos. Hay gestos que ofenden más que palabras.
—¿Qué gestos?
—AP: No sería capaz de repetir algunos. De todo tipo.
—¿Hay diputados machistas?
—TC: A veces imitan, con recochineo. Hay gente de mi grupo que imita a Soraya, pero me dicen que lo hacen como reacción a que hay mucha gente del PP que imita a María Teresa Fernández De la Vega. Hemos entrado en una dinámica que no es nada buena y las mujeres de ambos grupos deberíamos plantarnos frente a esto.
—¿Hay machismo en el Congreso?
—AP: Los que imitan son hombres a mujeres.
—TC: Ocurre en los dos lados. Es muy feo. Estamos en una lucha permanente contra el machismo.
—¿Qué cosas escuchan?
—TC: En el último debate se escuchó cómo dijeron a Zapatero: «Estás muerto». A mí me sentó mal, porque el presidente no lo merecía.
—AP: La imitación que hacen de mi portavoz me ofende. Yo, que no pierdo la compostura, he estado a punto de perderla a veces. Es muy fuerte.
Cunillera: «Hemos entrado en una dinámica nada buena. Las mujeres de ambos grupos deberíamos plantarnos»
—¿Cunillera, que es del PSC, choca mucho con Bono?
—TC: Bono es un gran activo del Partido Socialista. Hay muchas cosas que no comparto con él. Yo vengo de una tierra, Cataluña, donde tenemos una visión de España que choca con la del presidente. Pero siempre lo he podido hablar con él. Si no fuera un activo no le habrían montado esta campaña.
—AP: Bono ha dado a los debates agilidad, flexibilidad y sosiego, intenta ser equitativo.
—TC: Yo sé que algún miembro del PP ha estado incómodo con las críticas al patrimonio de Bono...
—AP: En todo caso, en la Mesa hemos actuado en este asunto siempre conforme a la legalidad.
—¿Para Teresa Cunillera, Cataluña es una nación?
—TC: Sí. Nos consideramos una nación porque somos un país que aportamos a España una lengua, una cultura. A veces a nosotros nos da la sensación de que desde España nos expulsáis. Nosotros estamos cómodos en una Constitución que define España como nación de naciones.
—No, perdone, la Constitución no dice eso en ningún lado.
—TC: Bueno, lo llamó nacionalidad para que cupiera. Pero nos sentimos una nación.
—¿Y España qué es para usted?
—TC: Es una nación de naciones.
—Eso no está en la Constitución.
—TC: Es una nación de naciones.
—AP: Una vez conocida la sentencia, el PP ha pedido respeto. La inmensa mayoría de los españoles creemos en el modelo autonómico que ha sido tan bueno para todas las Comunidades, que ha logrado acercar los servicios a los ciudadanos, y la obligación de todos es el respeto a la Constitución, a las diferencias y a lo que debe primar, la igualdad de los españoles.
Pastor: «Los políticos debemos ser ejemplares, mejor que la media, pero más del 90 por ciento del trabajo no se conoce»
—Hablemos del aborto. ¿Comparten la idea de Bibiana Aído de que el aborto es un derecho?
—TC: El aborto es una desgracia y lo que hace la ley no es facilitarlo sino poner los medios para que las mujeres no tengan que abortar. Es un derecho cuando tienes que hacerlo, tú tienes que tener capacidad de decisión.
—AP: Esta ley es injusta e innecesaria. El aborto no es un derecho, creo que tiene que estar despenalizado en aquellos supuestos que recogía la anterior ley y decía el Constitucional, con una defensa del no nacido, pero no es un derecho. Hemos presentado un recurso ante el TC, y yo pediría que lo priorice porque los daños son irreparables. Queremos que cuando lleguemos al Gobierno haya sentencia y si no, lo derogaremos.
—¿Son partidarias de prohibir el burka?
—TC: Requiere un debate más sosegado que el que ha querido imprimir el PP para sacar ventaja política. Estoy en desacuerdo radical de que las mujeres se vean anuladas. Llevo mucho tiempo en la política, pero llevo más siendo mujer, y me rebelo contra la discriminación. Si una mujer elige libremente hacerse invisible lo voy a respetar, pero no me lo creo. El PP se equivoca con la prohibición que promovió, porque esto es una labor de trabajo con las mujeres. Hay que ayudar a las mujeres a que se rebelen.
—AP: Creo en la igualdad por encima de todo de hombres y mujeres. El burka es un signo que va contra la libertad y contra la dignidad de la mujer. Es un símbolo de sumisión de la mujer frente al hombre, excede de lo religioso. Todos deberíamos pedir que se regule para defender la igualdad.
—TC: ¡Qué lástima que en la defensa de los derechos de las mujeres solo estéis en el burka!
—AP: Estamos en la defensa de la igualdad.
—TC: El PP está instalado en el paternalismo hacia las mujeres. Nos tratan como como que nos tienen que echar una mano...
—AP: Discrepo absolutamente. Para hacer una afirmación de ese tipo hay que basarla en hechos. Desde luego, el PP en todo momento, cuando ha tenido oportunidad de gobernar, ha hecho un esfuerzo de avance en la igualdad oportunidades.
—TC: Pues lo disimuláis perfectamente, eh.
—AP: No sé en qué lo disimularemos.
—TC: No votasteis la ley de Igualdad, la recurristeis.
—AP: Un grupo de mujeres recurrió porque no entienden por qué no pueden presentar una lista en la que sean todo mujeres. Nosotros creemos en la igualdad de oportunidades.
—TC: Sí, se vio sobre todo cuando hubo el debate de las cuotas.
Los partidos tenemos que hacer el estímulo y participación de las mujeres en la política desde abajo
—AP: Te voy a decir una cosa de las cuotas: tienen un sentido allá donde las mujeres tienen una falta de representación importante. Pero aquí en España con las cuotas se ha logrado que algún grupo político tenga menos mujeres que antes de las cuotas.
—TC: No es verdad.
—AP: Sí. Los partidos tenemos que hacer el estímulo y participación de las mujeres en la política desde abajo.
—TC: ¿Y cómo lo estimulas, a ver?
—AP: Mal favor se hace a muchas mujeres cuando alguien dice: voy a poner mujeres. ¿Por qué no ponemos nosotras? No queremos ser un número.
—TC: Me acuerdo cuando salió el debate de las cuotas, el PP nos llamó de todo, y muchas de las mujeres que hoy están en política es por el sistema de cuotas que impulsó el PSOE.
—¿Usted se considera parte de una cuota?
- TC: Yo estaba antes de las cuotas.
—¿Y después?
—TC: Mire, yo creo que no, pero si hubiera estado no me habría importado en absoluto.
—¿Le parece justo?
—TC: Lo que me parece injusto es que no hubiera podido estar. Lo que yo he aportado a mi partido, a mi provincia y al Parlamento ha valido la pena.Y si se hubieran perdido eso por el hecho de que estuviera un tío regular, pues fíjese si merece la pena.
—AP: Las políticas somos unas privilegiadas respecto a los problemas que hay en la calle, ante la falta de oportunidades que tienen las mujeres rurales, por ejemplo. Y desde luego yo no soy cuota, me ofendería ser cuota.
—TC : ¡A mí no!
—¿Cómo lo pasó Cunillera cuando Zapatero anunció el tijeretazo?
—TC: Mal. Me pareció que había que hacerlo, pero lo pasé mal. Me dio mucha pena, pero cuando hay que hacer cosas que son necesarias, se hacen.
—AP : La falta de toma de decisiones durante seis años, sin ninguna reforma, ha conducido a esta situación.
—TC: ¡Qué aburrido es el argumentario!
—AP : No, perdona. Lo que le molesta al PSOE son las verdades del barquero, y que se diga que quien iba de defensor de los más débiles haya recortado las pensiones, haya bajado el sueldo de los funcionarios...
—TC: No ha recortado ninguna pensión. ¡Es mentira!
«La credibilidad del presidente del Gobierno está por los suelos»
—AP: ...y sin embargo se ha gastado miles de millones en un Plan E para poner losetas en los pueblos...
—TC: ¡Como te oigan los alcaldes de los pueblos del PP!
—AP: Sí, y están de acuerdo conmigo.
—TC: Sí, claro, y han renunciado al dinero, ¿verdad?...
—AP: En segundo lugar, la credibilidad del presidente del Gobierno está por los suelos...
—TC: Siempre con el argumentario, ¡qué aburrido!
—AP: ¡Que no es argumentario, Teresa, que es donde os duele! Está por los suelos su credibilidad porque ha tomado decisiones que le ha mandado Europa, porque el 5 de mayo le dijo a Rajoy que no había que tomar medidas, y el día 9 volvía de Europa con un saco de reformas que afectan a los más desfavorecidos. Lo que ha hecho Zapatero con su política es mandar al paro a cuatro millones y medio de personas.
—TC: ¡Anda, hacéis una demagogia!
—AP: ¡Cómo me gusta que un diputado del PP sea capaz de defender lo mismo aquí, en Andalucía, Galicia o Cataluña, y no como algunos que hemos visto en el Congreso, que en cada sitio votan algo distinto!
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