Mann vuelve a la Montaña Mágica
Gregoy Vajda crea una ópera sobre la novela para celebrar 25 años del Festival de Davos
DAVOS (SUIZA)
Castorp, Settembrini, Napta, Madame Chauchat, Peeperkorn y Ziemssen descansan en la terraza del sanatorio. Arropados con mantas, desde sus tumbonas debaten sobre la muerte, la enfermedad, el tiempo… Juntos a ellos un grupo de músicos ameniza sus conversaciones hasta que suena una campanilla desde el interior. Es la señal para acudir a la cena. Se levantan y acompañados por el resto de los huéspedes entran en el comedor. Así empieza la ópera «La montaña mágica», inspirada en la obra de Thomas Mann. Con la puesta en escena de esta obra, que se desarrolla en la ciudad de Davos, punto de peregrinación para los enfermos de tuberculosis durante la primera mitad del siglo XX, el Festival de Jóvenes Artistas ha querido celebrar su XXV edición. Un encargo realizado por su directora, Graziella Contratto, al compositor y director de orquesta Gregory Vadja. Fundado por Michael Haefliger, actual responsable del Festival de Lucerna, el de Davos está dedicado a la música de cámara.
Mientras Castorp, Settembrini, Napta, Clawdia y el resto de personajes se acomodan a cenar en una mesa y el resto de los huéspedes (el público que ha acudido a esta representación, que se volvió a repetir al sábado) se colocan a ambos lados ella. Según la placa de su entrada principal, el hotel Schatzalp, inaugurado en 1900, fue el que inspiró a Thomas Mann y sirve ahora de escenario natural para esta ópera. Sin embargo, al parecer el edificio que realmente inspiró al escritor alemán, tras hacer una visita a su esposa Katia, fue el Sanatorio Berghof, situado unos metros más allá y que hoy es el Waldhotel. Remodelado en 1959, su modernización trasladó la atención al Hotel Schatzalp, que conserva buena parte de su fisonomía original. Es aquí donde se rodó en 1981 la película dirigida por GeiBendorfer.
Libreto de Bettina Geyer
Escrita para siete cantantes y catorce músicos (pertenecientes al Ensemble Laboratorium), el libreto y la dirección de escena de «La montaña mágica» son responsabilidad de Bettina Geyer, quien se ha enfrentado al reto de condensar en una hora la novela de mil páginas. «Lo que he intentado es conservar ante todo el espíritu de la novela, pero he tenido que elegir. He colocado a los siete personajes desde el principio, y seleccionado partes diferentes del texto, combinándolas y buscando una conexión entre ellas». De todos los temas que aborda esta novela filosófica, Geyer ha querido subrayar dos: «El tiempo, que desaparece en el momento en el que se entra en el sanatorio; y la relación de los personajes con la muerte». El enfrentamiento ideológico entre Settembrini y Naptha, que desemboca en un duelo; la declaración de amor de Castorp —que va a visitar a su primo Ziemssen y se queda siete años— a Madame Chauchat, y el posterior trío en el que participa Peeperkorn son algunas de las escenas incluidas por Geyer.
En el aspecto vocal, Vadja ha escrito la partitura para cuatro barítonos, un tenor, una mezzo y un contratenor. «Quería compesar las voces oscuras con otra más aguda y extrema, que representa también al personaje más extremo de la novela que es Naptha». El elenco está compuesto por Falco Honisch, Sylvia Vadimova, Michael Leibundguf, Reto Hofstetter, Zoltan Gavodi, Marcell Bakonyi y Peter Kalman. Para Vadja, el comedor de esta sanatorio representa «el basurero de una cultura que se empieza a descomponer, y en la que se hace una constante referencia al pasado».
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