Suscribete a
ABC Premium

El iPhone 4 hace furor en España

No es perfecto. Apple lo ha confesado, pero poco importa. Ni los defectos ni el precio del último «superteléfono» han disuadido a los clientes españoles

REUTERS

CRISTINA DURÁN/ ANDREA S.MATA

Ni las críticas, ni la cobertura, ni la presión de las asociaciones de consumidores han frenado la llegada del nuevo iPhone 4 a España. La fiebre Apple aterrizó en la madrugada de ayer. Fue a las 12 de la noche cuando Vodafone abrió su tienda de la calle Goya en Madrid y sorteó así la norma que prohibía vender el aparato antes del 30 de julio. Los primeros de la fila esperaban desde las dos de la tarde. «Merece la pena porque llevábamos mucho tiempo esperando a que hubiese un cambio en el iPhone», explica Sandra Herranz, la primera en la cola.

Sin embargo, la espera fue mucho menos dura de lo que imaginaban. La compañía había puesto en marcha una acción para amenizar la jornada a sus clientes. Hasta la tienda se trasladó un autobús de dos plantas que desde las 7 de la tarde prestaba servicios a sus usuarios. Cada media hora grupos de 15 personas podían descansar comiendo un aperitivo y bebiendo un refresco. Mientras un «avatar» de cartón que ellos mismos habían diseñado guardaba su puesto. Y para los que esperaban abajo, «castigos» de sus compañeros (granizada, chupas de agua y masajes). «No esperaba este despliegue. Nos están tratando muy bien, es una gran sorpresa», comentaba Javier Domínguez en la zona de descanso.

«Nuestros clientes son lo más importante, en especial los que llevan aquí desde las 3 de la tarde con el calor que hace», matiza Pedro Bustamante, director de Ventas de Vodafone: «Los iPhone están esperando en los almacenes a que den las 12 en punto», añadía. Y así fue. A media noche, Vodafone abría las puertas de su tienda. Una persona no esperó cola. Se trataba de Pepe Romero, el primer cliente de Vodafone en Madrid. La compañía quiso premiarle con un pack especial del iPhone 4. «Ha sido una sorpresa. Me llamaron ayer para que viniese a las 23:30 a recoger un teléfono. Pensé que era un sorteo, no sabía el motivo de esa exclusividad» contaba sorprendido Pepe Romero, quien añadía: «Es un premio muy satisfactorio . Es el último grito en

tecnología, muy difícil de conseguir. Y, encima me lo regalan». Más le costó a Sandra conseguir el suyo. Exactamente 299 euros. Pero daba igual: «Estoy muy contenta. Lo primero que haré será enseñárselo a mis amigos e investigarlo todo».

MoviStar esperó unas horas más. Su tienda de Gran Vía abrió a las 10 de la mañana. Sin embargo, muchos fueron los que pasaron allí toda la noche. Este es el caso de Juan Carlos Pedrosa y su novia Paola. «Hemos dormido poco y mal en un saco de dormir. Pero ha merecido la pena. Vuelvo a ser el primero». Y es que Juan Carlos repetía experiencia. Hace tres años fue el primero en hacerse con el iPhone 2G, pero entonces la cola llegaba hasta plaza de España y esta vez apenas doblaba la esquina de la calle.

Poco importaban las esperas, las críticas y el precio. Lo relevante era hacerse con un terminal: «Me da igual lo que cueste, un iPhone no tiene precio», explica Alex Naranjo. «No importan los defectos. Me he comprado el iPhone 4 y lo haré con el siguiente», confiesa Sandra. «Es como un mini ordenador, merece la pena», asevera Jorge Romero.

Para los compradores del iPhone, cualquier excusa es buena para relegar los fallos del aparato: «Nos hemos metido en foros y todo el mundo dice que en Europa no da problemas», asegura Ana Sánchez. «Lo ponga como lo ponga siempre tiene cobertura», ejemplifica Juan Carlos. «Y si no, le pones la funda y adiós al problema», matiza un compañero que aún aguarda la cola.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación