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El Congreso derrota con estrépito la propuesta del PSOE sobre el Estatuto

El Gobierno socialista exhibe su gran debilidad y sale más herido del debate

MARIANO CALLEJA

El lío sobre el Estatuto de Cataluña se enredó ayer un poco más, con el presidente Zapatero como testigo excepcional de una de las derrotas más estrepitosas del Grupo Socialista que se recuerdan en el Congreso. La debilidad del Gobierno quedó de golpe al desnudo cuando los nacionalistas y el PP unieron sus votos y rechazaron la propuesta de resolución del PSOE, con la que pretendía «constatar el malestar existente en Cataluña» tras las sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto.

El frente catalanista que aprobó el viernes pasado en el Parlamento autonómico una moción contra la sentencia del TC ha durado exactamente cuatro días, y el resultado no ha podido ser más catastrófico para sus intereses en el Congreso. Todas las resoluciones contra la sentencia del Constitucional sobre el Estatuto han salido derrotadas, con sus protagonistas enfrentados entre sí. La secuencia de hechos tiene un punto surrealista, ya que el PSOE se negó a añadir a su texto una enmienda de CiU y ERC que era una copia literal de la moción que había aprobado el Parlamento catalán, con los votos de los socialistas catalanes. El PSOE y el PSC en el Congreso optaron por mantener la propuesta que habían pactado entre ellos, en la que se instaba al Gobierno a desarrollar el potencial de autogobierno que contiene el Estatuto y «reitera que la realidad nacional» de Cataluña tiene «perfecta cabida» en la Constitución de 1978. Pues bien, se quedaron solos.

El resultado fue que CiU, ERC e IU-ICV se desmarcaron de la propuesta del PSOE, que salió rechazada por 169 votos a favor (solo Grupo Socialista), 174 en contra y 4 abstenciones (los dos diputados de IU-ICV, y dos equivocaciones del PP). Así que los socialistas tampoco apoyaron las resoluciones de esas formaciones y el fracaso fue ya redondo y general.

El poco éxito del PSOE con su resolución sobre el Estatuto de Cataluña solo fue comparable al que cosechó en su intento de acercamiento al PNV. El partido de Iñigo Urkullu se sabe imprescindible para que Zapatero pueda aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2011 y aguantar así en el poder. Es el único socio posible que le queda, y el Grupo Socialista se ha puesto manos a la obra esta semana para iniciar los contactos. De momento han pinchado en hueso y se han encontrado con un PNV crecido, que se ha hecho fuerte y que desde luego piensa hacerse valer y poner el listón muy alto.

«Decepción» en el PNV

El Grupo Vasco presentó 15 resoluciones de contenido soberanista. Algún portavoz, como Rosa Díez, apuntó que suponían una reedición del «Plan Ibarretxe». El PSOE presentó nada menos que 11 enmiendas para buscar puntos de encuentro y propuso entre ellas incluso la convocatoria de la Comisión Mixta de transferencias para estudiar antes de fin de año al traspaso de nuevas competencias al País Vasco. También presentó enmiendas a las resoluciones que pedían cambiar la denominación de las tres provincias vascas, la participación de las selecciones autonómicas en competencias deportivas internacionales y la defensa del derecho de los ciudadanos vascos a decidir su futuro.

Pues bien, el PNV no aceptó ni una sola enmienda del PSOE y envió un mensaje directo a Zapatero. «Estamos decepcionados por la poca receptividad del Gobierno y el PSOE ante nuestras propuestas», comentó el diputado Aitor Esteban, quien añadió: «Si quieren negociar los Presupuestos tendrán que mostrar mucha más voluntad. Les emplazo a septiembre, pero les dejo claro que el PNV no hace juegos florales en política».

El PNV sigue dispuesto así a pactar con el Gobierno los Presupuestos, como ha hecho en los últimos años, a cambio siempre de un «precio». Pero su mensaje ahora es que esto va en serio, y si el Gobierno quiere pactar con ellos, tendrá que atender a algunas de sus peticiones. «El PNV quería testar la voluntad de pacto del Gobierno y sentar precedente para el futuro», explicó Esteban, quien se sintió defraudado: «Las enmiendas del Grupo Socialista vacían de contenido nuestras propuestas, que no son juegos florales», insistió.

El PNV no aceptó de esta forma ninguna enmienda y el resultado fue que 13 de sus 15 resoluciones fueron rechazadas. Las dos restantes, aprobadas con el voto a favor del PSOE, significan un apoyo al Centro de Neutrones por Espalación y a la renovación del Parque de Máquinas-Herramienta.

La tarde «horribilis» para el Grupo Socialista no acabó con su fracaso de su resolución sobre el Estatuto de Cataluña y el distanciamiento interesado del PNV. El PSOE perdió un total de 10 votaciones en el Pleno, todo un récord que sitúa ya el número de derrotas de los socialistas en 35 en lo que llevamos de legislatura.

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