«Mola, mola, mola, Bilbao es española»

Cientos de aficionados bilbaínos festejan por todo lo alto la victoria de la selección española ante Alemania en la semifinal del Mundial de fútbol en una de las plazas más céntricas de la capital vizcaína. Desde el pitido final del partido, decenas de jóvenes vascos han salido a la calle ataviados con banderas, bufandas y camisetas de “La Roja” y se han ido concentrando en la Plaza Elíptica, enclavada en la Gran Vía de Bilbao. Allí, como ya ocurrió en el verano de 2008, los aficionados a la selección están celebrando el triunfo del combinado nacional y han emplazado al alcalde, Iñaki Azkuna (PNV), a que coloque pantallas gigantes en la ciudad para asistir juntos a la final del domingo ante Holanda.

Encaramados a la fuente que corona la plaza, un grupo de adolescentes guiaba al resto de seguidores, que han pasado de la timidez inicial al desenfreno absoluto después de unos minutos. Las bocinas de los coches están animando la celebración, que incluye cánticos tales como “que viva España”, “campeones, campeones” o “yo soy español, español, español”.

David Villa, Iker Casillas y Andrés Iniesta son los principales protagonistas en los vítores de la afición bilbaína, que no olvida la participación de sus dos “paisanos” en el Mundial, Javi Martínez y Fernando Llorente. “Mola, mola, mola, Bilbao es española”, se desgañitaba el núcleo de los seguidores, la mayoría veinteañeros que a medianoche seguían tarareando el himno nacional.

“Esto es precioso, es la primera vez que veo algo así aquí. Hace años esto hubiera sido imposible, pero hoy la gente ya se atreve a salir a la calle y festejar los éxitos de España”, aseguraba Enrique, un vecino de Bilbao. Un grupito de chicas con la cara pintada de rojo y amarillo lanzaba un aviso a navegantes: “Esto es sólo un ensayo del domingo”.