Trombo

E. RODRÍGUEZ MARCHANTE

Trae esta tercera entrega de la serie «Crepúsculo» cierta fama de oscura con respecto a las anteriores, pero, francamente, uno no ha visto en ella más oscuridad que la propia de la sala. Tras la sorprendente y entretenida primera entrega y tras la vigorosa segunda, ya se sabe uno al dedillo las peculiaridades de los Cullen, esa familia de vampiros que podrían ser candidatos al Nobel de la Paz, además de picarle tranquilamente los ajos a Ferran Adrià en el Bulli; ya se conoce la preocupante falta de riego en el rostro de Robert Pattinson (eso va a ser algo de hígado), como también se conocen las sartenes de pectorales y abdominales de Taylor Lautner, el enamorado licántropo... ¿cuál es, entonces, la sorpresa de esta entrega?... Se persiste en ese encomiable espíritu puritano de los amantes adolescentes, se insiste, incluso de un modo exagerado, en ese amor poético que esculla caldoso por la pantalla abajo, se mueven las piezas hacia una cierta alianza de civilizaciones entre «los fríos» vampiros y «los apestosos» licántropos... Tal vez lo más sorprendente de este «Eclipse» —que, a mi modo de ver, lo es en realidad— sea la cantidad de veces que los tortolitos (y ya son trío) se pueden decir cuánto se aman y hasta cuándo sin que la voz del director (un tal David Slade) diga ¡corten ya, por Dios! Más que en un elogio de la vida sana y del matrimonio eterno, la serie puede convertirse de seguir sin otro tema en anuncios de protección solar, anabolizantes o crecepelo.

ECLIPSE HH

Director:David Slade.País:EE.UU.Año: 2010. Duración: 124 min. Int.: Kristen Stewart, Robert Pattison, Taylor Lautner, Ashley Greene