Diego López Garrido: «Los españoles pueden sentir orgullo de esta presidencia»
«Con EE.UU. no hubo cumbre pero se lograron cosas no pensadas como la declaración contra el terrorismo y el acuerdo de «cielos abiertos»

—En enero vaticinó que la Presidencia española de la UE sería la de la salida de la crisis ¿Lo mantiene hoy?
—Sí. Es la presidencia que afronta con políticas potentes y muy decididas la salida de la crisis: el blindaje de la zona euro, la regulación de los mercados financieros...
—¿Pero no han dado la sensación de que, al final, cuando había que tomar una gran decisión, esta surgía de una reunión entre Nicolás Sarkozy y Angela Merkel, sin Zapatero?
—... Es que en la UE no puede tomar decisiones contra Alemania y Francia
—No digo contra ellos, digo que no las tomasen sólo ellos...
—Pero es que son los países más potentes y pensar que no tendrán influencia en las decisiones es ilusorio. Y además España quiere que tengan la máxima sintonía, porque si no la hay se resiente toda la UE.
—¿Hubo excesiva ambición al planificar una «cumbre» con Obama y la Euromediterranea, que al final no se celebraron?
—Si no planteas objetivos ambiciosos no consigues nada. Luego, los avatares del destino, te llevan a conseguirlos o no. Se han logrados cosas no pensadas como la «declaración de Toledo» sobre seguridad con EE.UU. o declaración de lucha contra el terrorismo y «Cielos abiertos». Había que planificar cumbres que siempre se hacen el primer semestre del año. En el caso de la Euromediterránea, se trataba de obtener resultados en el conflicto de Oriente Medio, no de organizar una «cumbre» para una foto... Y, cuando se haga, será en España.
—¿Por qué el encontronazo con la comisaria europea Viviane Reding a propósito de la orden europea contra el maltratador?
—Ningún país tiene dudas, ni siquiera Reding. Es lo que se llama una «technicality» en lenguaje comunitario. Lo que sí hemos conseguido —y los españoles tienen que sentirse orgullosos de esta presidencia— es que hemos logrado situar la lucha contra la violencia de género en la agenda europea, que tiene que tener su traducción jurídica y ahí hay una discrepancia...
—...Alguna más hubo, como cuando el presidente del Gobierno habló de «medidas correctivas» contra los países que no cumplan los objetivos fiscales en la estrategia 2020 y Merkel dijo no.
—Pero es lógico porque es imposible estar de acuerdo 27 Estados en todo. El problema de la UE no es ese. El problema es cómo lograr puntos de encuentro.
—Ahora el Gobierno afronta una reordenación: ¿Qué va a pasar con la Secretaría de Estado para la UE?
—A mí no me ha llegado nada...
—En cualquier caso, siempre tendrá que haber un órgano que se dedique a las relaciones con la UE con el rango que sea...
—Por supuesto. Con el máximo rango posible. Así se funciona en la UE. Entre los llamados «ministros de Europa» unos son ministros y otros son secretarios de Estado.
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