El «chollo» de trabajar en el Metro
El suburbano tiene uno de los convenios colectivos más avanzados del país

Puesto de trabajo garantizado, créditos hipotecarios con condiciones ventajosas, viajes gratis por el suburbano para los cónyuges e hijos, cursos de idiomas y formación, dietas para comidas, seis días de asuntos propios más otro adicional si el reconocimiento médico se realiza fuera del horario de trabajo... Las condiciones laborales de los empleados del Metro de Madrid figuran entre las más avanzadas y «generosas» de nuestro país. La prueba es que el grado de rotación externa de la compañía se sitúa en el 0,5%, cuando los expertos indican que en una empresa lo «saludable» es que la cifra no sea inferior al 3%.
La plantilla de Metro está formada por 7.617 empleados, de los cuales más del 95% tiene contrato indefinido. Ninguno de ellos puede ser despedido. En el convenio colectivo en vigor (2009-2012) la dirección se comprometió a no extinguir ningún contrato, de forma colectiva o individual, por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. El sueldo medio de los conductores es de 38.000 euros brutos al año —cuatro veces el Salario Mínimo Interprofesional—, muy por encima del salario medio en España, 21.500 euros.
Las retribuciones para el 65% de la plantilla alcanzan los 33.000 euros —3,7 el SMI—, mientras que los recién ingresados comienzan ganando 26.500 euros, lo que supone el triple del salario mínimo.
En la nómina de julio
A pesar de esta situación, los trabajadores han apostado por una «huelga salvaje» por negarse a rebajar en un 5% la masa salarial. En caso de haberse sentado a negociar, se podría haber llegado a un acuerdo para bajar los sueldos en un menor porcentaje a cambio de recortar otros derechos como los días de asuntos propios. Pero la ausencia de encuentros provocará que en las nóminas de julio, sin nadie lo remedia, los sueldos de los empleados sean recortados un 5%.
Actualmente, la jornada laboral diaria ordinaria para el personal oscila, dependiendo del colectivo entre las 7 horas y media, y las 8 horas. Su periodo de vacaciones es de 30 días al año, más seis días de permiso para asuntos propios y uno más si se realiza el reconocimiento médico fuera de la jornada laboral. Además, el trabajador de Metro tiene otros cinco días más para asuntos propios, aunque estos no serían retribuidos.
A estos derechos, hay que añadir las ayudas que la empresa ofrece a sus empleados para la compra o alquiler de vivienda. Consisten en el ofrecimiento de créditos con unas condiciones económicas muy ventajosas. Además el cónyuge y los hijos de cualquier trabajador de la compañía pueden viajar siempre de forma gratuita por toda la red del suburbano. El resto de familiares cuentan con importantes descuentos, mientras que a los propios empleados, al jubilarse, también les sale gratis este transporte.
Metro de Madrid también ofrece cursos de formación gratuita a sus trabajadores para la mejora del desempeño de su puesto, en los que está incluido el aprendizaje de idiomas o nuevas tecnologías. Con todo esto, no resulta extraño lo que ayer comentó a ABC un empleado del suburbano: «Trabajar aquí es un chollo... a pesar de todo».
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