El Gobierno saca adelante la reforma laboral con más abstenciones que apoyos

Sin sorpresas, pero precedida por una agria discusión sobre los términos de la reforma laboral, se ha producido esta tarde la votación de la convalidación de la propuesta del Gobierno en el Congreso. 173 abstenciones (faltaba la portavoz canaria Ana Oramas por baja médica) frente a 168 votos a favor es un resultado que no pasa inadvertido, máxime cuando el controvertido «tijeretazo» del sueldo de los funcionarios y la congelación de los pensiones obtuvo 169 respaldos, los del Grupo Socialista. Esta vez el díscolo Antonio Gutiérrez, ex secretario de Comisiones Obreras, se ha abstenido, el mismo sentido del voto que han imprimido los grupos Popular, PNV, CiU, CC y UPN. Los ocho votos en contra de ERC, IU-ICV, BNG y NaBai constatan el alejamiento del arco parlamentario de izquierdas de las políticas de Zapatero para salir de la crisis económica. Gutiérrez ha roto la disciplina del grupo que ya había adelantado publicando hoy en un rotativo madrileño su disconformidad «puntual» con su partido en esta reforma, que tachaba de «desaguisado que abarata todos los despidos».

El presidente del Gobierno ha salvado los muebles, si bien se anticipa una dura tramitación parlamentaria de la reforma del mercado de trabajo -que para el PP «se ha planteado para despedir y no para contratar»- como proyecto de ley. Toda la oposición en tromba se ha encaramado hoy a la tarima parlamentaria para pedir mejoras en el proyecto, que introducirán a base de enmiendas. A partir de hoy, la reforma laboral se tramitará por la vía de urgencia, como contempla el reglamento de la Cámara Baja, para que la Ley y no el Real Decreto-Ley 10/2010, de 16 de junio, vea la luz cuanto antes.