El 55 por ciento de los españoles dudan de que la reforma laboral cree empleo
Votantes populares y socialistas rechazan el abaratamiento del despido, así como ampliar las causas objetivas

De nuevo parece confirmarse que el líder del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es uno de los pocos que no pasa por una «depre» a cuenta de la situación económica del país. Y es que la encuesta de DYM para ABC arroja con toda crudeza la escasa confianza que los ciudadanos tienen en las medidas anti-crisis puestas en marcha por el Gobierno. Tienen reticencias respecto del «decretazo» social, pero también, y muchas, cuando se les interroga sobre la reforma del mercado laboral. Para el 55 por ciento de los encuestados, dicha reforma contribuirá entre poco y nada a la creación de empleo. Un 24 por ciento cree que algo y un exiguo 11 por ciento, más optimista, como el presidente, dice que entre mucho y bastante.
Los más críticos son los electores declarados del PP, dado que un 69 por ciento se inclina por las opciones más pesimistas, a pesar de que su formación política siempre ha sido una firme defensora de la reforma del mercado laboral. Ese pesimismo se atempera entre los votantes socialistas, ya que un 47 por ciento duda de la eficacia de las medidas que el Consejo de Ministros aprobará hoy frente a un 32 por ciento que opina que en «algo» contribuirá a la creación de empleo.
Coincidencia de opinión
Aunque con distintos porcentajes, tanto los simpatizantes de uno y otro partido coinciden a la hora de analizar el impacto que sobre la creación de empleo pueden tener las distintas medidas. Así, mayoritariamente opinan que introducir condiciones de trabajo más flexibles, favorecer la reducción de la jornada en momentos de dificultad, bonificar el contrato de los colectivos con dificultades de inserción laboral o rebajar las cotizaciones a las empresas repercutirá positivamente para crear puestos de trabajo. Pero, en cambio, no creen en las bondades de ampliar las causas de despido procedente ni de abaratar el despido.
Las encuestas siempre arrojan una baja valoración de la clase política de la que tampoco se salvan los agentes sociales, según nuestro sondeo. Ni los líderes sindicales Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo ni el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, superan el aprobado. El más conocido (77 por ciento de grado de conocimiento) y el más valorado es Méndez, que se queda con un 3,4 por ciento, le sigue Fernández Toxo con un 3,3 y Díaz Ferrán con 2,2. Ni socialistas ni populares les dan un aprobado, aunque los votantes del PSOE valoran más la actuación de los líderes sindicales que del responsable de la Patronal.
Los encuestados se suman en cambio de forma mayoritaria a otras medidas alternativas, alguna de las cuales ha esbozado el PP y, otras, han sido lanzadas a modo de globo sonda por el Gobierno para evaluar su impacto en la población. Los resultados de este sondeo son un buen termómetro de por dónde van los ciudadanos. El 84 por ciento apoya un recorte de las subvenciones a los partidos políticos y un 70 a los sindicatos. Además, no ven con malos ojos
(75 por ciento a favor) que se suban los impuestos sobre el alcohol y el tabaco, pero, en cambio rechazan casi por igual, al margen de adscripciones o preferencias políticas, el pago de 1 euro por cada visita al médico en la Sanidad privada así como que se recorten las subvenciones a las oenegés.
El repudio al «decretazo» es mayoritario pues suma un 60 por ciento de encuestados que lo consideran desacertado frente a un 36 que lo creen acertado. Entre los votantes socialistas se reparten a partes prácticamente iguales los que lo apoyan (49 por ciento) y los que lo rechazan (48 por ciento). En cambio, los populares no caen en las medias tintas: un 78 por ciento no duda en afirmar que el último decreto-ley, por el que se congelan las pensiones o se rebaja el sueldo de los funcionarios, es claramente desacertado.
Nueva subida de impuestos
Esto en cuanto a lo que ya podemos considerar pasado. En cuanto al futuro, los ciudadanos parecen tener asumido que nos encontramos al principio de un largo camino que se materializará en nuevas medidas destinadas tanto a la contención del gasto como al incremento de ingresos. Una de ellas, la más evidente, es el convencimiento generalizado de que el Gobierno anunciará en los próximos meses nuevas subidas de impuestos después de que lo hayan hecho, y con fruición, los gobiernos autonómicos socialistas de Cataluña, Baleares, Andalucía, Extremadura y Asturias. De hecho, cabe recordar que el trabajo de campo de este sondeo se realizó coincidiendo con la carrera abierta por los jefes de Ejecutivo de estas Comunidades por subir los impuestos «a los ricos».
Así, un 74 por ciento de los encuestados se prepara para la subida impositiva frente a un 9 por ciento que confía en un «quizás» y tan sólo un 12 que se debate entre el «seguro/probablemente no». Y ese convencimiento es mayoritario tanto entre socialistas como entre populares, que empatan en porcentaje, un 75 por ciento, lo que quiere decir que no siempre están muy alejados en sus planteamientos.
Asimismo, un 70 por ciento cree que habrá nuevos recortes de gasto público, además de los ya aprobados en el «decretazo social».
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